MICHELLE_KNIGHT_02_INS_717049472La estadounidense Michelle Knight, quien pasó 11 años de su vida secuestrada por el puertorriqueño Ariel Castro junto a otras dos mujeres en una residencia de la ciudad de Cleveland (Ohio), tiene tatuado en su piel el sufrimiento que experimentaron, según reveló en entrevista con la agencia Inter News Service (INS) en San Juan, donde promociona su libro ‘¡Libre al fin!’ , en el que cuenta su odisea y cómo ha logrado sobreponerse.

La diminuta mujer de contextura sólida afirmó que desde el momento en que consiguió escapar por un descuido de su captor el 6 de mayo de 2013, sintió que la vida le había brindado una segunda oportunidad.



Michelle, de 33 años de edad, cuenta la historia de su vida a través de sus 23 tatuajes, algunos hechos con el propósito de cubrir las cicatrices producto de las de tortura física a las que la sometió su secuestrador, que además le provocó varios abortos.

Cada tatuaje simboliza alguna parte de su vida, como el oso de peluche que tiene en el brazo derecho, que representa al hijo que tuvo antes de ser secuestrada en 2002, al que sólo ha visto en fotos desde los dos años, según cuenta en su libro, editado en español por Planeta.



Mas abajo en ese brazo, Michelle Knight exhibe un dragón como símbolo de la protección del mal, mientras en el izquierdo resalta un tatuaje de flores lily que “representa el sufrimiento de nosotras tres durante todos estos años”, en referencia a sus compañeras de cautiverio Amanda Berry y Gina DeJesús, junto a las que sufrió años de tortura, hambre y violaciones mientras estuvieron prisioneras en la casa de Castro en la ciudad de Cleveland.

La joven mujer explicó en una corta entrevista con la agencia INS en una suite de un hotel de San Juan, donde ha estado hospedada desde el jueves de la semana pasada, que una carabela con una mariposa en su antebrazo izquierdo representa la vida y la muerte, mientras que cercana a su muñeca izquierda lleva dibujada una nota musical, pues la música es una de sus pasiones además de escribir y dibujar.

“Llegar adentro de tus emociones no es fácil, es recordar cada una de las cosas por lo que pasé”, expuso sobre lo que representó para ella hacer el libro que se ha convertido en parte del proceso de transitar una nueva ruta en su existencia, al tiempo que representa la oportunidad de ayudar a personas que han pasado una situación similar a la suya.

Michelle Knight adujo que también es un llamado a las personas para que no permanezcan indiferentes cuando noten movimientos o situaciones extrañas en su vecindario y no duden en avisar a las autoridades.

A pesar de su sufrimiento, la mujer en estos momentos mira la vida en forma positiva y la disfruta, porque después de pasar 11 años de sufrimiento, todo afuera le parece maravilloso.

Aclaró que aunque no busca la fama, la que inevitablemente la ha alcanzado y que se acrecentará con este libro editado en inglés y español, es feliz por sentir el cariño de la gente en cada lugar que llega.

Además, afirma, por primera vez se siente libre en el apartamento que habita en Cleveland, Ohio, a pesar de que no descarta mudarse en unos años a Carolina del Sur o a California, informa elvocero.com, en su portal.

Michelle contó a la agencia INS que de pequeña estuvo en Puerto Rico, pero “no recuerdo nada”, por lo cual esta visita la siente como su primera, aunque asegura que no será la última.

Desde que llegó a la isla, dijo sentirse feliz y maravillada con los pocos lugares que ha podido visitar y espera poder regresar de vacaciones.

Muchas preguntas se quedaron en el tintero debido a las limitaciones impuestas para la entrevista, pero lo que sí quedó claro es que Michelle Knight, la primera de las tres secuestradas y la única que enfrentó directamente a su victimario el día que se dictó la sentencia de Ariel Castro, quien se quitó la vida en prisión en junio de 2013, es una mujer de un gran espíritu que rebasa por mucho su estatura física.