Santo Domingo. El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) proclamó a Miguel Vargas como candidato a la presidencia de la República en una convención en la que se aprobaron varias modificaciones de los Estatutos Generales del partido.
Miguel Vargas

Para la convención se registraron 3.608 de los 4.400 delegados, equivalente al 80,15 por ciento que conforman la Convención Nacional de delegados.



La actividad también contó con supervisión de la Junta Central Electoral.

En la convención ordinaria también fueron proclamados Junior Santos, como secretario general, Aníbal Díaz Belliard, secretario de organización, así como los vicepresidentes, y subsecretarios nacionales elegidos el pasado 20 de julio, y los directivos municipales, de los frentes de masas y de las seccionales del exterior.



En el acto participaron invitados internacionales.

En su discurso Vargas opinó que ha actuado con firmeza y que el partido encarna la «mejor vocación de cambio con que cuenta el pueblo dominicano, y sobre todo la masa perredeísta, para liberarse del agobio de la inseguridad ciudadana, el alto costo de la vida y los bajos salarios, el desempleo y los apagones».

«Los discursos floridos y la incapacidad ya tuvieron su momento; ahora es el tiempo de los constructores de un futuro confiable y sólido», dijo.

A su vez, explicó que «las puertas están abiertas para todos» y que el partido no acepta el abandono ni las maniobras a sus espaldas».

Dijo, a su vez, que quienes aspiren a ser representantes del pueblo deben saber que el partido está «decidido a alcanzar el poder en el 2016».

Además señaló que en las próximas semanas reabrirán el padrón de militantes y un nuevo padrón de simpatizantes en cada uno de los municipios del territorio nacional, y que también recibirán las solicitudes de inscripción de candidaturas de todo el país.

Sobre las turbulencias sufridas por el PRD dijo: «hoy pasamos la página y estamos dedicados a realizar las grandes y urgentes tareas políticas».

«Hoy 14 de septiembre, iniciamos la construcción de la victoria de nuestro partido, para hacer los cambios que reclama y merece nuestro pueblo. Hoy cerramos un ciclo que ha sido desafiante y a veces doloroso, en el que le ha correspondido conducir el partido para recuperar su institucionalidad, alejado del personalismo, el caudillismo y los intereses sectarios».