La HayaEl director del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), Gonzalo Vargas Llosa, en una comparecencia televisiva, anunció a principios de este mes que ese organismo de Naciones Unidas estaba organizando un Foro Mundial de apatridia, a celebrarse en La Haya, Holanda, al cual había sido invitada formalmente la señora Juliana Deguis para que diera su testimonio acerca de las penurias que le causó la supuesta desnacionalización de que fue objeto por parte del Estado dominicano a través del Fallo 168-13 de su Tribunal Constitucional.

El anuncio de Gonzalo Vargas Llosa puso en evidencia la gran conspiración que se urde contra la República Dominicana por parte de organismos internacionales, poderosos lobbies del gobierno haitiano y traidores del patio. Quedó al descubierto la intención de la urdimbre de equiparar la falta de documentación de ciudadanos haitianos residentes en el país, con el estatus legal de la apatridia, que significa que el individuo no tiene nacionalidad o patria.



La reacción de repulsa del país ante el anuncio de Vargas Llosa y de suprema indignación frente a la ingratitud de la señora Juliana Deguis, a quien el Estado dominicano le acababa de entregar su cédula y pasaporte acreditándola como dominicana, se hizo presente en toda la geografía nacional y en los medios de opinión pública dominicana.

Fue en ese contexto que solicité públicamente al presidente Danilo Medina que su gobierno enviara una misión de alto nivel que defendiera a la República de tan ignominiosa acusación.



Igualmente, junto con cuatro colegas diputados propuse una resolución de condena a la campaña de descrédito internacional patrocinada por ACNUR y Gonzalo Vargas Llosa, usando el caso de la señora Juliana Deguis en contra de la República Dominicana.

La Cámara de Diputados, con una votación de 100 a 15, aprobó la resolución de condena quedando en una especie de incógnita si el gobierno del Presidente Medina enviaría o no una misión de alto nivel de la Cancillería dominicana a defender al país y a enfrentar los juicios que contra la Sentencia 168-13 externaría Juliana Deguis para justificar la condición de “apátrida” que supuestamente padeció.

Han pasado dos semanas y aunque el ministro de Interior, José Ramón Fadul, confirmó que una delegación de la Cancillería dominicana encabezada por la Dra. Alejandra Liriano, defendió a la República, enfrentó los juicios de la señora Juliana Deguis y desmintió la acusación de desnacionalización y apatridia, no se ha producido ninguna información oficial de la defensa de la República en dicho foro internacional.

En ese contexto el pasado viernes el Lic. Andrés Navarro, Canciller de la República, declaró que “en el foro sobre apatridia celebrado del 15 al 17 de septiembre, en La Haya, Holanda, a República Dominicana le fue “muy bien” y que el cónclave tuvo “excelentes resultados”.

“Explicó que Juliana Deguis, invitada al foro por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), bajo ninguna circunstancia acusó a la República Dominicana”.

“No, de ninguna manera, fue solo un testimonio, de hecho, nuestra representación mostró al mundo que el hecho de que esta dominicana estuviera mostrándose en foros internacionales era una expresión de que el país estaba respetando los derechos humanos”.

Lamento profundamente que nuestro Canciller salga en defensa de Juliana Deguis expresando que no acusó a la República Dominicana, porque él sabe perfectamente que la base de su testimonio es falso, alegando que fue despojada de la nacionalidad dominicana por la Sentencia 168-13; que en base a ese fallo quedó “apátrida” y que esa situación que la afectó a ella aún afecta a cientos de miles de hijos de haitianos nacidos en territorio dominicano que no se hallaban inscritos en el Registro Civil y que el Estado persiste en negarle la nacionalidad dominicana, manteniéndolos en la “apatridia”.

El pueblo dominicano tiene derecho a saber cuál fue el discurso o documento oficial de defensa de República Dominicana.

Esa información no puede ser callada ni ocultada. Y si el país, como dicen el propio Canciller y el Ministro de Interior, fue defendido como se debe y salió bien parado de esa acusación, ¿cuál es el temor a divulgar lo que pasó en La Haya? ¿A quién no se quiere disgustar con la información en los periódicos de que el gobierno dominicano de forma categórica rechazó la acusación de apatridia contra República Dominicana y enfrentó los juicios de Juliana Deguis en contra de la Sentencia 168-13? En esta hora crucial que vive la nación en defensa de su soberanía y ante la grave amenaza que supone la invasión pacífica de la población haitiana sobre nuestro territorio, nadie puede tener vergüenza, ni temerle a nada ni nadie, si se ha hecho lo correcto en la defensa de su país ante un foro mundial en un tema tan delicado como el de la apatridia. No es mi ánimo confrontar en modo alguno al nuevo Canciller, de quien tengo en lo personal muy buenas referencias. Le deseo sinceramente el mayor de los éxitos, pero su estreno como Canciller no puede ser jamás la negativa a entregar a los medios de prensa y al país la información vital que se le ha requerido.

Es el silencio y el no haber informado a la nación lo que realmente ocurrió en La Haya precisamente lo que ha creado una natural y legítima suspicacia.

Ojalá y las dudas sean despejadas cuanto antes por nuestro nuevo Canciller.

Es lo que espera con expectación la nación.

Fuente: Listin.com.do