WASHINGTON. Un hombre que viajó de Liberia a Texas (sur de EEUU) se convirtió este martes en el primer paciente diagnosticado con ébola fuera de África, hacia donde Estados Unidos prevé enviar en las próximas semanas unos 1.400 militares suplementarios para combatir la epidemia.

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«Hasta donde sabemos, es el primer paciente diagnosticado fuera de África», dijo Tom Frieden, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), agregando que hay «cero riesgo» de que el mal se haya propagado en el avión.

El hombre, cuya nacionalidad no fue precisada, comenzó a experimentar los síntomas el 24 de septiembre y llamó a un médico dos días después. Fue hospitalizado el 28 en Dallas, donde fue puesto en cuarentena. La infección con el virus de Ébola fue confirmada por el análisis realizado por dos laboratorios.



El doctor Frieden subrayó que no hay «ningún riesgo» de que esta persona haya podido infectar a los otros pasajeros del avión que lo trajo a Texas pues en el momento del viaje no tenía síntomas.

La epidemia de ébola, la mayor hasta ahora vista, ya provocó la muerte de unas 3.091 personas en países africanos, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

— Más soldados —

El Pentágono anunció este martes el envío de unos 1.400 soldados a Liberia en las próximas semanas para combatir la epidemia.

La mitad pertenecen a la 101 división aerotransportada y los otros 700 son ingenieros militares que serán desplegados en Monrovia, la capital de Liberia, hacia fines de octubre, dijo a la prensa un portavoz del departamento de Defensa, el contraalmirante John Kirby.

Los soldados se sumarán los 200 militares estadounidenses ya estacionados en Liberia y forman parte de los 3.000 efectivos que Washington previó enviar a ese país para ayudar a formar a los trabajadores del sector sanitario e instalar hospitales e infraestructuras.

La fiebre hemorrágica causa un amplio espectro de síntomas, incluyendo elevadas temperaturas, vómitos, diarrea y hemorragias.

El virus se disemina mediante el contacto con fluidos corporales de personas ya contaminadas que ya estén mostrando los síntomas, o al tocar el cuerpo de una persona muerta por ébola, insistió Frieden, que en la tarde de este martes informó al presidente Barack Obama sobre la situación y las medidas a que fue sometido el paciente.

El médico considera en cambio «posible que integrantes del entorno del enfermo contraigan Ébola en las próximas semanas», por lo que serán seguidos de cerca.

«No tengo dudas de que controlaremos la importación de este caso e impediremos que el virus se propague», dijo.

La primera víctima identificada de esta nueva epidemia es un niño de dos años de edad, quien resultó contaminado en Guinea en diciembre del año pasado.

Los expertos aún no han podido determinar cómo ese niño contrajo el virus, aunque la publicación New England Journal of Medicine reportó que pudo haber mantenido contacto con un murciélago contaminado, que son huéspedes naturales del virus del Ébola.

Desde entonces la epidemia se ha expandido rápidamente, afectando a Sierra Leona, Liberia y Guinea, provocando el colapso de los sistemas de salud en esos países.

Hace apenas una semana, el mismo CDC alertó que la epidemia podría alcanzar 1,4 millón de personas para enero próximo, a menos que se aumenten drásticamente los recursos para el control de la epidemia.

Estados Unidos ya ha tratado exitosamente a dos pacientes, los médicos Kent Brantly y Rick Sacra, quienes resultaron contaminados con el virus en África.