raphaelMadrid – Una dieta de “pasta, verdura y pescado” y la “adicción por la pasión” que le despierta su trabajo permiten a Raphael vivir intensamente cada día de sus 71 años y enfrascarse sin descanso en retos nuevos: tras su paso por el festival Sonorama, anuncia que en breve se estrenará en el Teatro Real de Madrid.

“Para mí todos los días son el primero y puede que sean el último”, recita en una entrevista con Efe hoy en Madrid el mantra con el que salta cada noche a los escenarios o con el que se interna año tras año en un estudio de grabación. Su último disco, de cuyo número ya se ha perdido la cuenta, se titula “De amor & desamor” (Universal Music) y es una revisitación junto a la Orquesta Sinfónica de RTVE (Radio Televisión Española) de algunos de los cientos de temas románticos que jalonan su producción, con la ayuda de Jacobo Calderón, Paco Salazar y Fernando Velázquez y la supervisión de su hijo, Manuel Martos.



“No creo que se les haya cambiado el traje. Se les ha terminado de engrandecer el vestuario, que es más efectista, más bonito, mucho más mejor, como dirían en México”, presume. Destaca los resultados obtenidos con una impresionante “En carne viva”, “No puedo arrancarte de mí” o con “Provocación”, su carta de presentación, hasta completar quince cortes en los que “todo es magro”.

“En este disco me he sentido a gusto de principio a final”, afirma el cantante de Linares (Jaén, sur de España), que ha realizado “a gusto propio” la elección de los temas, entre los que también se ha colado una “joya de la corona” como “Qué sabe nadie” o una versión de “Detenedla ya” con línea de guitarra eléctrica. “El paquete sinfónico me viene muy bien y no me siento nada forzado, al revés, estoy muy cómodo”, dice.



Con un envoltorio así, nada mejor que llevar sus canciones justo ahora al Teatro Real, escenario que no había pisado desde su remodelación en 1997 y en el que actuará “un poquito antes de Navidades” para un especial de TVE. “Me provoca siempre hacer cosas nuevas, estar en el límite, no dormirme en los laureles y empezar cada día”, asegura Raphael.

EFE