Santo Domingo. El Senado de ninguna manera tiene que imitar la decisión de la Cámara de Diputados de eliminar el “barrilito”, porque son fondos de ayudas sociales que se manejan con transparencia y justificables por los senadores en cada provincia, a través de sus oficinas senatoriales, a juicio de Reinaldo Pared Pérez, secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El también aspirante presidencial, apoyado por una docena de senadores, manifestó este miércoles que es una decisión que debe tomar el pleno del hemiciclo, no un fallo unilateral, pero defendió el manejo de esos fondos “porque a través de esas oficinas senatorial provincial se resuelven problemas de salud, educación, transporte a estudiantes y hasta de empleomanía.

Pared Perez



El presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez Durán, anunció ayer que descontinuarán el “cofrecito” correspondiente a los meses de octubre y noviembre, unos RD$9.5 millones mensuales, los que serían destinados para el hospital Robert Read Cabral.

Pared Pérez afirmó que se sorprendió por el anuncio del presidente de la Cámara de Diputados, porque esa es una decisión del hemiciclo, que la toman todos los diputados.



Dijo que contrario a los diputados, los senadores abrieron una oficina en sus provincias que representa pago de alquiler, energía eléctrica, personal, pago de agua y telefónico y salen de esos fondos, los cuales están prohibidos para uso personal.

“Cuando llegamos al Senado en el 2006 ese “barrilito” se manejaba sin ningún tipo de criterio administrativo y financiero y desde la presidencia transparentamos el uso de esos fondos estableciendo todo un sistema administrativo como fue la creación de 32 cuentas en el Banco de Reservas”, indicó.

Agregó que “además designamos un contador que administra mensualmente esos recursos, donde cada senador tiene que liquidar, con sus respectivos soportes, todos los meses, porque de lo contrario no se le entregan fondos al mes siguiente”.

Pared Pérez explicó que los legisladores son sometidos a muchas presiones y necesidades en las provincias, donde no solo es la receta o los servicios funerarios que se deben resolver, sino otras necesidades.

Fuente El Nacional