Una de las experiencias más amargas que sufren las madres solteras es la de comprobar la irresponsabilidad del padre, del que la ha embarazado, sea por las buenas o por las malas, cuando se trata de consignar su responsabilidad paternal al nacer la criatura.

Justicia



En lugar de asumir esa responsabilidad, se mandan, huyen, se alejan de la mujer y no reconocen a la criatura. Implícitamente, no reconocen tampoco que ante todo tienen la responsabilidad de darles la manutención y abandonan a mujer y criatura como si nada hubiese pasado.

El país está lleno de estos irresponsables.



Pero una excelente manera de controlar esta epidemia de irresponsabilidad paternal es la que ofrece el magistrado José Manuel Hernández Peguero, actual miembro del Tribunal Superior Electoral, a través de un proyecto de ley que está en el Senado y que da facultades a los tribunales de paz para llamar a los padres que se niegan a declarar a sus hijos.

Esta función le corresponde a las salas de niños, niñas y adolescentes que operan en los juzgados de primera instancia, pero el problema es que son apenas 37 para todo el país, y mediante los jueces de paz, que cubren todo el territorio, las facilidades serían más amplias.

Si el padre no quiere asumir su responsabilidad, el juez ordenaría un examen del ADN y si se confirma, entonces decide el monto de la manutención y la obligatoriedad de cumplir con las demás responsabilidades paternas, so pena de ser demandado judicialmente.

Creemos que esta iniciativa, que funciona en al menos diez países, debe ser ponderada por los legisladores para que de esa forma se vaya poniendo freno a la irresponsabilidad paternal que ha provocado que centenares de adolescentes, más que nada niñas, hayan quedado como madres solteras cargando con todas las obligaciones frente a sus hijos.

Es un proyecto justiciero. Y necesario.

Fuente: Listín Diario