Santo Domingo. La Colectiva Mujer y Salud calificó como «un acto infame» la eliminación del Código Penal de la cláusula sobre «Estado de Necesidad», que hubiera permitido la interrupción del embarazo únicamente en los casos en que la continuación del mismo amenace de forma inminente la vida de la madre.

Embarazo



«Esto significa que el Congreso dominicano acaba de condenar a muerte a miles de esperancitas presentes y futuras a las que médicos, clínicas y hospitales estarán legalmente conminados a dejar morir, antes que exponerse a sufrir persecución judicial por intentar salvar sus vidas», indicó.

Agregó que «de ser promulgado por el Poder Ejecutivo en su formulación actual, el Código reafirmaría la condición de Estado violador de los derechos humanos que en los últimos tiempos caracteriza a nuestro país ante los ojos del mundo».



«Además de atropellar normativas internacionales, garantías constitucionales y el más elemental sentido de justicia, el artículo 90 del Código Penal retrata de cuerpo entero al Congreso Nacional en toda su degradación y vileza», afirmó en un documento enviado al diario digital Almomento.net.

Aseguró que quienes sufrirán las peores consecuencias son las mujeres pobres, «que aquí, como en todas partes, son el sector social con menos poder político».

«A nuestros congresistas tampoco les importa un comino la opinión de la ciudadanía, cuya posición a favor de la despenalización terapéutica ha quedado evidenciada una y otra vez en estudios y encuestas.

Aquí la única opinión que importa es la del Cardenal, que para eso tiene al cura Manuel Ruiz (enlace del Poder Ejecutivo y la Iglesia Católica, con despacho en el Palacio Nacional) escribiéndole cartas secretas a los congresistas con las instrucciones de su jefe», subrayó.

Sostuvo que «la reforma del Código será recordada como una infamia histórica de un Congreso y una Iglesia que dicen defender la vida, pero que no les tiembla el pulso para negarle a una mujer el aborto terapéutico que puede salvar su vida. La inmoralidad y la hipocresía de esta posición no admiten discusión. ¿Hasta cuándo tendrá el país que soportar a esta calaña de congresistas y sus capos políticos?».