Santo Domingo. Son las 10:00 de la noche del sábado en una de las calles principales del sector los Guaricanos de Villa Mella, abarrotada de gente con vasos en mano, motocicletas tocando bocina, vehículos con baúles abiertos repletos de amplificadores de donde sale «música» que compite con la de dos colmados sin sistema antirruido, más la del drink de la esquina. No se logra identificar cuál es la canción que suena. «Esto es fijo todos los fines de semana», dice un señor sentado en la banca Robert del sector.

Ruido



Una patrulla pasa por segunda vez frente a los negocios. En una de esas ocasiones, un policía entra al colmado y, tras dos minutos sale y aborda el vehículo, que continúa la marcha.

«Antes yo pagaba RD$1,000 mensuales al mayor para que no molestaran al negocio. Un día dijo que la cuota sería subida a RD$3,000 mensuales, como yo no puedo costear eso, no estoy pagando cuota. Cuando los policías vienen, les doy 200 o 500 pesos, depende de quién venga», explicó al periódico Diario Libre el encargado de uno de esos colmados al día siguiente, quien pidió no ser identificado «para no meterse en problemas».



Hace dos años, técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, le hicieron una visita por el ruido, pero no han vuelto a realizar operativos en su negocio. «Le pusieron un papel a la planta de la música, dijeron que volverían en otro operativo a revisar, pero no han vuelto más», recuerda.

Daños a la salud

Según explica el médico Rafael Rodríguez, los ruidos son causantes de muchos trastornos de salud y de conducta. «Esos trastornos con el tiempo pueden afectar una estructura más profunda del oído, que es el laberinto. Cuando este se afecta, también le ocurre a otra estructura que está en su interior, el centro del equilibrio del cuerpo, lo que nos permite caminar derechos en equilibrio. Cuando el laberinto se afecta, lo mismo ocurre de manera indirecta con ese centro de equilibrio, y se puede producir el trastorno denominado Síndrome de Meniere, el cual ocasiona vértigos o mareos acompañados de constantes ruidos o zumbidos en los oídos», indica el profesional de la salud.

Rodríguez, quien calificó al país como muy nocivo, por el ruido, garantizó que de 10 personas expuestas a sonidos altos la mitad termina con algún tipo de sordera. Entre 20 y 30 % puede terminar con el Síndrome de Meniere y suelen ser pacientes neuróticos. «Cuando están en la soledad o tranquilidad se sienten mal, están intranquilos», dijo, y precisó que estos casos se pueden presentar desde los 35 años.

Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en febrero de este año calcula que más del 5 % de la población mundial -360 millones de personas- padece una pérdida auditiva discapacitante.