¿Cuántas veces has sucumbido a la tentación de reventar una espinilla o extraer un punto negro con tus dedos? Probablemente muchas. La mala noticia es que esta práctica es una de las peores cosas que puedes hacerle a tu piel.

La doctora en medicina Jeanine Downie B., experta en dermatología del portal YouBeauty y directora de su propia clínica dermatológica en Nueva Jersey (EEUU), señala que el acné se presenta en muchas formas y tamaños. Hay puntos negros, puntos blancos, suaves protuberancias rojas y grandes nódulos rojos.



Extraer cualquiera de éstos en realidad no hace que desaparezca el problema, sino que todo lo contrario, pues por lo general se agrava, pudiendo provocarte una infección y dejarte con cicatrices.

Según explica Downie, las espinillas se forman cuando el aceite natural de la piel se queda atrapado bajo la superficie. Esto se puede mezclar con células muertas de la piel y forman un tapón que puede reaccionar con P. acnes , una bacteria que se encuentra en los folículos del cabello y que inflama la piel rápidamente.



Cuando exprimes esa protuberancia, rasgas la piel y a medida que presionas, ingresa la suciedad y las bacterias presentes en los dedos a la cara, la cual queda roja y propensa a infectarse, además de aumentar las probabilidades de que queden marcas permanentes.

Por ello, los dermatólogos extraen las espinillas con instrumentos especiales y estériles, para luego limpiar la zona afectada con alcohol.

La experta señala que para prevenir y tratar las imperfecciones de la piel, es recomendable usar exfoliantes con agentes antibacterianos, tales como el ácido salicílico, peróxido de benzoilo y retinol. También se puede recurrir a medicamentos y procedimientos dermatológicos que incluyen exfoliaciones con ácido glicólico, láser o tratamientos de luz.

Fuente: BioBioChile