Miami, Estados Unidos. La madre y la hermana de una joven reina de belleza, una de las 43 personas fallecidas durante los hechos violentos que sacudieron a Venezuela la primera mitad del año, reclamaron justicia el miércoles desde Estados Unidos, donde tramitan su asilo.
Genesis Carmona

«No se ha hecho justicia, no hay justicia en Venezuela», dijo en Miami a periodistas María Eugenia Tovar, madre de Génesis Carmona, quien con 21 años falleció de un disparo durante una manifestación opositora el 18 de febrero pasado, en Valencia, estado Carabobo (norte del país).



Carmona, Miss Turismo de Carabobo, fue una de las primeras víctimas mortales de la violencia que se generó alrededor de las manifestaciones de estudiantes y opositores contra el gobierno de Nicolás Maduro que de febrero a mayo dejaron 43 muertos y centenares de heridos y detenidos.

Según Tovar, quien se encontraba con Génesis y sus otros dos hijos en la manifestación cuando grupos presuntamente partidarios del gobierno comenzaron a disparar, afirma que por la muerte de su hija tan solo hubo un detenido, y se encuentra en libertad.



«Estoy pidiendo justicia para mi hija (…). Para mi hija y para todos los estudiantes caídos y todos los presos políticos», dijo con lágrimas en los ojos, al confirmar que se encuentra tramitando el asilo en Estados Unidos.

Génesis era «bella, espectacular, una niña ejemplar, estudiosa, se graduaba este año» de la universidad, expresó su madre.

«No sé qué decirles, simplemente ojalá todo pueda mejorar», indicó de su lado la hermana de Génesis, Alejandra Carmona.

Los familiares de Carmona participaron en un evento de la organización de derechos humanos Venezuela Awareness, con sede en Miami, Florida (sureste de EEUU), donde también estuvo presente un joven estudiante que aseguró haber sido golpeado y detenido durante una protesta en Barquisimeto (oeste de Venezuela).

«Yo pensé que nos iban a matar de verdad», dijo Sebastián Rodríguez, de 18 años, al relatar que fue detenido junto a otros estudiantes por policías y efectivos de la militarizada Guardia Nacional, quienes les propinaron «la peor paliza» de sus vidas.

«Queremos que se haga justicia por todos los atropellos, todas las violaciones a los derechos humanos, porque no somos terroristas», dijo. «Qué chimbo (mal) que haya que salir de la tierra de uno porque no hay ningún tipo de esperanzas», lamentó.

«Lo único que nos queda es seguir luchando, alzando la voz y presionando, para que se trate de detener un poco el abuso y podamos obtener justicia internacional, porque en Venezuela por ahora es imposible», dijo a la AFP la presidenta de Venezuela Awareness, Patricia Andrade.

Este acto fue realizado dos días después de que el Senado estadounidense aprobara un proyecto de ley que impondría sanciones a funcionarios venezolanos acusados de violaciones de derechos humanos contra la oposición, que ya generó irritación en el gobierno venezolano.