Un hombre de 48 años que celebraba su cumpleaños y la cena de Nochebuena en la casa de un amigo en el sector Villa Faro, Santo Domingo Este, murió asfixiado al atragantarse con un trozo de pechuga de pollo.
Se trata de Pascual Olivero Gómez, cuyo fallecimiento se reportó a las 9:45 de la noche, cuando era traslado a un centro de salud. Residía en la calle Cuarta, número 192, Los Mameyes. Se dijo que antes de sufrir el percance había estado ingiriendo bebidas alcohólicas.
En torno al caso, Víctor Bautista Valdez, residente en la calle María Trinidad Sánchez, número 20, Villa Faro, narró que su amigo Olivero Gómez se encontraba de visita en su residencia celebrando su cumpleaños, informa listín diario en su portal.
Dijo a los investigadores que, alrededor de las 9:00 de la noche, su amigo le manifestó que tenía hambre que le buscara algo para comer.
Relató que lo invitó a pasar a la casa y se sentó en la mesa a comer unas pechugas, pero que en ese instante se atragantó sin que pudieran evitar que se asfixiara.
El 24 de diciembre, durante la cena de noche buena, falleció un hombre atragantado por una pechuga de pollo: muerte que pudo evitarse.
La maniobra de Heimlich. Se trata de una técnica que es obligatorio conocer y que alrededor del mundo ha salvado millones de vidas, se trata de la Maniobra de Heimlich. Bien, para comenzar quiero que conozcamos un poco sobre la importancia de conocer esta técnica de primeros auxilios.
Este tipo de técnica se usa cuando una persona se está ahogando o atragantando con cualquier cuerpo u objeto físico, es decir, se atora en la parte de su garganta y le impide el paso del aire a los pulmones. Su función principal es la de expulsar el objeto que obstruye el conducto respiratorio.
Es indispensable entender la importancia de saber usar esta técnica, pues es muy común que las muertes por asfixia o atragantamiento se den, especialmente en niños pequeños. Pensemos, por ejemplo, en que este tipo de accidentes pueden pasarle a cualquiera de nosotros, incluyendo a un familiar, durante una cena en familia, en un desayuno con nuestros compañeros de trabajo, en fin, en cualquier ocasión este tipo de situaciones pueden ocurrir, la pregunta sería: ¿Quién debe tener la responsabilidad de entrenar a la población? Es obvio, el ministerio de Salud Pública.