Era 1973 y la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart ingresó a la oficina de su escribano en Madrid y le entregó un sobre cerrado.

Le dijo que era una suerte de testamento y con ella estaban cinco testigos. Así, sin decir nada más, abandonó la oficina. Más de cuatro décadas después de ese encuentro el 20 de noviembre de 2014, la Duquesa de Alba falleció a los 88 años. Según publica el diario El País de España, el sobre estaba cerrado y Cayetana estaba entregando un testamento que sólo se podría abrir una vez que ella muera.



El escribano al que Cayetana Fitz-James Stuart le entregó el sobre se llama Alberto Ballarín y ya está jubilado. Pero antes de retirarse le dejó la tarea pendiente a su sucesor. Entregar el sobre en un juzgado una vez que muera la Duquesa. Así se hizo, y el sobre enigmático está en los juzgados de plaza de Castilla. Los hijos de la Duquesa intentaron acceder al documento pero no pudieron.

Funcionarios del juzgado lograron identificar a los cinco testigos, pero algunos habían fallecido. Entonces debieron realizar algunas pericias técnicas para corroborar las firmas de los testigos. Los que aún viven estarán presentes en la apertura del sobre.



La justicia española habla del misterio del sobre de la Duquesa. Fuentes judiciales dijeron al diario El País de Madrid que es un sobre opaco, que contiene unas cuatro o cinco hojas, pero que nadie conoce el contenido. Está lacrado y sólo se va a saber qué escribió la Duquesa de Alba en 1973 una vez que un juez lo abra.

Más allá del misterio, lo cierto que la ley española valida el último testamento y la Duquesa de Alba dejó uno público dónde sus hijos son los mayores beneficiarios. La herencia de la duquesa, una de las mujeres más ricas de España, se estima en unos 3000 millones de euros. Sin embargo, conocer qué escribió y dejó Cayetana hace 41 años no deja dormir a los españoles.


Fuente: https://hermososymalditos.com