Agencia Brasil.- En abril del año pasado, la llegada de haitianos a Brasil estuvo por semanas en la portada de los medios brasileños. Aunque la entrada de inmigrantes ya estaba ocurriendo con más intensidad desde el terremoto de 2010, la novedad en aquel momento era que, en 13 días, por lo menos 450 inmigrantes llegaron a São Paulo, según la Misión Paz, organización de la iglesia católica que mantiene un centro de acogida en la ciudad.

En su mayoría, ellos entraban en el país por la ciudad Brasiléia, en el estado norteño de Acre, frontera con Bolivia. Luego eran trasladados a São Paulo en autobuses pagados por el propio gobierno acreano. Tras casi diez meses, la situación se repite: cada dos días, llegan dos autobuses desde el norte con aproximadamente 270 haitianos.



Los números son de la Coordinación de Políticas para Migrantes, vinculada a la Secretaría de Derechos Humanos de la municipalidad. De acuerdo con Paulo Illes, coordinador del tema en la municipalidad de São Paulo, cerca de 8 mil inmigrantes de la isla caribeña estuvieron en los centros de acogida de la ciudad el año pasado, incluyendo los refugios municipales y de la Misión Paz.

Para muchos de ellos, la ciudad es tan solo un local provisional. Las ofertas de trabajo vienen surgiendo especialmente en los estados del sur, como explica el sacerdote Antenor Dalla Vecchia, director de la Casa del Migrante, vinculada a la Misión Paz. “Los que vienen del extranjero ven São Paulo como el punto de llegada, como un horizonte. Es una esperanza para muchos de estos trabajadores.”



Dalla Vecchia cree que el flujo podría ser diferente si los haitianos fueran más bien orientados. “Se necesita una selección más seria. Hay gente que sale de Acre con empleo garantizado en Santa Catarina, pero aún así es enviada a São Paulo. No puede ser así.”

El coordinador municipal Paulo Illes explica que es del gobierno federal la función de integrar las políticas y definir las directrices nacionales para acogida de inmigrantes haitianos.

“En la alcaldía de São Paulo hemos hecho un trabajo con las empresas que están en otros estados, para que vengan acá y hagan un esfuerzo conjunto para contratar a estos inmigrantes. Si hubiera un trabajo del gobierno federal, esto podría hacerse en Puerto Príncipe y también en Acre. El inmigrante no tendría que pasar por toda esa humillación de necesitar un lugar para dormir y comer hasta encontrar un trabajo.”

Según el secretario de Justicia y Derechos Humanos de Acre, Nilson Mourão, el refugio para los inmigrantes en el estado está superpoblado y la situación está empeorando. A Mourão le gustaría que el gobierno federal asumiera la situación directamente o por medio de una ONG, para hacer la gestión del refugio, ya que la secretaría departamental no tiene más condiciones, informa icndiario.com

En un comunicado, el Ministerio de Justicia informó que ha firmado acuerdos con los gobiernos de São Paulo y de Acre. En el texto, afirma que, respecto a la acogida y recepción de haitianos, actúa con fondos federales en colaboración con São Paulo y en coordinación con Acre. Asimismo, dice que los organismos involucrados están discutiendo juntos la manera de aumentar el nivel de integración y mejorar los servicios prestados a los haitianos.

Según el Ministerio de Justicia, los datos más actualizados son del final de abril del año pasado, y muestran que cerca de 7,3 millones de haitianos entraron en Brasil.