Bogotá, 17 ene (EFE).- América refuerza las medidas contra el virus del chikunguña, un brote que se extiende como la «pólvora» en el continente y que ya deja 172 muertos, 24.127 infectados y 1.106.488 casos sospechosos, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El chikunguña solo puede adquirirse una vez y no provoca la muerte, pero sí se han registrado decesos debido a complicaciones por condiciones ya existentes en los pacientes como el cáncer, la obesidad, la diabetes, el asma y la hipertensión.



Aunque 169 de las 172 muertes asociadas al chikunguña se produjeron en el Caribe, la mayoría de los países del continente están reforzando las medidas ante el aumento de los casos y la escasez de medicamentos y productos para combatir la propagación del mosquito Aedes aegypti o Aedes albopictus, el mismo que transmite el dengue, y cuyo virus se extiende desde hace ocho meses en territorio americano.

Control en las fronteras, fumigación con pesticidas y campañas para que las personas no guarden agua en contenedores al aire libre, que sirven de criaderos de mosquitos, son algunas medidas que han adoptado los Gobiernos de la región, donde medicamentos y repelentes ya empiezan a escasear, mientras que en lo que va de 2015 se ha reportado un significativo aumento de los casos de chikunguña.



Según los últimos datos de la OPS, Martinica encabeza la lista de la región del Caribe en número de fallecidos con 83, seguida de Guadalupe (67), Puerto Rico (8), República Dominicana (6), San Martín (3), Surinam (1) e Islas Vírgenes (1).

Además de fallecidos, Puerto Rico (4.239) y Martinica (1.515) son precisamente dos de los tres territorios caribeños con más casos confirmados de infectados detrás de la Guayana Francesa (5.020). Les siguen San Martín (793), Guadalupe (430), San Bartolomé (142), República Dominicana (84) y Haití (14).

En Puerto Rico, donde ya se elevó a diez el número de decesos por esta dolencia tras registrarse dos nuevas defunciones, las autoridades trabajan en el diseño de una «trampa» para el mosquito transmisor, además de llevar a cabo campañas de concienciación y fumigación.

En Cuba, cuyas cifras no fueron incluidas en el último informe del 16 de enero de la OPS, las autoridades sanitarias confirmaron trece casos de chikunguña, todos ellos importados de República Dominicana y Haití, por lo que se ordenó la vigilancia en las fronteras y el combate a la propagación del mosquito.

En Colombia, con más de 90.000 casos sospechosos, según la OPS ya hay tres muertos por la enfermedad, pero las autoridades dijeron esta semana que hasta el momento no hay fallecimientos a causa del chikunguña.

Muchos ya alertan de una pandemia en el país andino, tras conocerse que varios hospitales han desbordado su capacidad. Además, medicamentos como el acetaminofén y los repelentes de insectos están agotados no sólo en las localidades afectadas, sino también en Bogotá, a la que no ha llegado el chikunguña por estar ubicada a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar.

El Ministerio de Salud colombiano creó una página web en la que se informa a la población sobre el chikunguña, que provoca fiebre, erupción en la piel en el 50 % de los infectados, conjuntivitis en algunos casos y dolor de las articulaciones, que aproximadamente el 30 % de los afectados vuelve a sufrir de manera crónica durante meses o hasta uno o dos años.

Otro de los países más afectados es Venezuela con 2.303 casos confirmados y ningún fallecimiento. La enfermedad llegó al territorio en 2014 a través de portadores procedentes de Haití y República Dominicana.

Brasil registra 2.165 casos desde que en septiembre entrara al país y donde esta semana las autoridades sanitarias del Distrito Federal de Brasilia informaron del primer enfermo de fiebre chikunguña autóctono y confirmaron que analizan otros dos casos «sospechosos».

Por su parte, el viceministro de Salud argentino, Jaime Lazovski, dijo a Efe que el virus «va a seguir avanzando en Latinoamérica» y estimó que habrá casos autóctonos en abundancia el próximo verano en su país, en el que en 2014 fueron notificados 114 casos sospechosos, de los cuales 16 fueron confirmados.

En agosto pasado, científicos argentinos de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) desarrollaron un «insecticida biológico» a base de un hongo para combatir al Aedes aegypti, que ya fue probado de forma positiva en distintas condiciones ambientales.

Asimismo, las autoridades de Paraguay, que está en plena temporada estival, detectaron ocho casos de chikunguña y, aunque solo uno de ellos fue registrado como autóctono, optaron por poner en marcha una campaña de prevención en empresas hoteleras, restaurantes y empresas de transporte.

Ecuador y Perú están en alerta, el primero en alerta epidemiológica desde diciembre y el segundo en alerta sanitaria en siete regiones del país desde el 12 de enero, a pesar de haberse localizado únicamente tres y cero casos confirmados, respectivamente.

El virus, con un periodo de incubación de entre tres y siete días después de la picadura, se registró por primera vez de manera autóctona en Centroamérica, en El Salvador, que actualmente registra al menos 135.226 casos de la enfermedad, 156 confirmados.

Además hay casos confirmados en Nicaragua (1.918), Guatemala (198), Costa Rica (70), Panamá (22), Honduras (9) y Belice (3).

En Norteamérica se han reportado 169 infectados, de los cuales 155 fueron en México, 11 en Estados Unidos y 3 en las islas Bermudas.

El chikunguña, que en idioma makonde (Tanzania) significa «aquel que se encorva», apareció por primera vez en la década de los años 50 del siglo XX en esa región de África Occidental y desde allí emigró a Tailandia y a la India.

Actualmente no existen medicamentos antivirales para tratar la fiebre chikunguña, solo reposo, hidratación y acetaminofén, por lo que la prevención es la única arma para evitar el contagio. EFE