Esto piensa Héctor Acosta de aquellas personas que le califican de engreído.

“Yo no soy engreído, para nada. Me pueden decir mejor ‘relambío’. Lo que yo soy es tímido, pero humilde. No soy una medallita de diamante para caerle bien a todo el mundo y no todo el tiempo tenemos el mejor de los ánimos. Yo trato de ser lo más sencillo posible, lo más espontáneo. Yo respeto a quien lo crea así”.



Estas declaraciones las ofreció a la periodista Emelyn Baldera del periódico Listín Diario