Noruega, uno de los países más ricos del mundo, anunció hoy que renuncia a prohibir la mendicidad a escala nacional, medida polémica pues se planeaba sancionar a quienes ayuden a los mendigos.

Luego de varios días de controversia, el gobierno de derecha retiró un proyecto que prevé castigar la mendicidad con una multa o una pena de cárcel de hasta un año – en caso de mendicidad en banda organizada -, oficialmente para luchar contra el tráfico de seres humanos y la delincuencia asociada a esta práctica.



Limosna

Las mismas sanciones eran propuestas para las personas culpables de «complicidad», como las que suministran a los mendigos albergue, medios de transporte o elementos para que se dediquen a practicarla.



La proposición provocó polémica y el ministro de Justicia, Anders Anundsen, miembro del Partido del Progreso (derecha populista y anti-inmigración), uno de los dos partidos en el poder al lado de los conservadores, fue acusado de querer declarar ilegal la caridad.

En las redes sociales, varios internautas se mostraron dispuestos a lanzar una campaña de desobediencia civil, acusando al poder de tener como objetivo a los gitanos.

El ministerio de Justicia anunció la retirada de la controvertida proposición.

Otros países prohíben la mendicidad a escala nacional (Gran Bretaña, Dinamarca) o local. AFP