Fue una historia que acaparó titulares en todo el mundo: un padre neozelandés recaudaba dinero para criar su único hijo, nacido con Síndrome de Down, después que la madre abandonara al bebé.

Pero ahora la mujer, Ruzanna Badalyan, acusa a Samuel Forrest de inventar la historia y de no apoyarla en los difíciles momentos que siguieron al nacimiento de un niño con necesidades especiales.



«Recuerdo las caras tristes de mis familiares y los médicos y el diagnóstico que sonaba como un veredicto: ‘Su hijo nació con Síndrome de Down’. Nadie se puede imaginar mis sentimientos en ese momento”, escribió Badalyan en un post de Facebook.

«Apenas me había recuperado de la primera conmoción, cuando el médico se acercó a mí y me dijo que tenía que expresar mi decisión sobre si iba a mantener a Leo o no. Yo tenía que tomar la decisión más implacable de mi vida dentro de varias horas”.



El pequeño Leo vino al mundo el pasado 21 de enero en un hospital de la ex república soviética de Armenia, donde un niño así se considera una vergüenza para toda la familia. En los hospitales donde nacen se ofrece de inmediato a los padres darlos en adopción, informa Yahoo, en su portal.

Pero el padre del bebé, Samuel Forrest, contó una historia diferente a ABC News, diciendo que Badalyan se negó a mirar siquiera al niño y le dio un ultimátum: o daba en adopción al pequeño o se divorciaba.

Badalyan, quien inicialmente confirmó a ABC News que se había divorciado de Forrest, dice ahora que tras reflexionar decidió que lo mejor para Leo era criarse en otro país, pero que su esposo no la apoyó y decidió mudarse a Nueva Zelanda solo. Con el propósito de criar a Leo en su país, Forrest estableció una página en la plataforma GoFundMe, que ha recaudado casi medio millón de dólares en pocos días.

«En el momento más duro de mi vida cuando mi marido debe estar a mi lado y apoyar y ayudarme a tomar la decisión correcta, no pude encontrar ningún apoyo de su lado», se quejó Badalyan. «Sin darme ninguna opción y ni tratar de encontrar conmigo cualquier solución a esta situación tan difícil, comenzó a circular la historia en todas las plataformas posibles sin que yo tuviera la oportunidad de expresarme, acusándome de darle un ultimátum sobre el matrimonio o el bebé, lo cual es absolutamente falso”.

Badalyan dice que intentó comunicarse infructuosamente con Forrest varias veces. Según Forrest, una semana después de dar a luz, fue su esposa durante 18 meses la que inesperadamente presentó el divorcio. “No es lo que quiero”, dijo entonces el hombre. “Ni siquiera tuve la oportunidad de hablar con ella en privado acerca de esto.»

Badalyan no desmintió que ella hubiera presentado el divorcio ni que el hombre hubiera expresado su deseo de continuar la relación; sólo dijo que Forrest no la quiere llevar con él a Nueva Zelanda para criar juntos al bebé.

«Tampoco me dijo nada el día que presentamos el divorcio. Lo único que no paraba de decir era que no quería que nos separáramos, mientras que mi pregunta sobre lo que debíamos hacer se quedó sin respuesta”, añadió.

Forrest, quien trabaja como contratista de manera independiente en Armenia, ha dicho que el objetivo de la recaudación de fondos es tener dinero suficiente durante un año para conseguir un trabajo a tiempo parcial y poder ayudar a cuidar de Leo. También ha dicho que el dinero extra que recaude lo donará a organizaciones no gubernamentales y un orfanato en Armenia que recoge a los niños con Síndrome de Down abandonados por sus padres.

En algo están de acuerdo los padres de Leo: es difícil criar a un bebé con Síndrome de Down en Armenia. «Sé que en Armenia, donde no hay una amplia infraestructura social para ayudar a los niños con discapacidades de desarrollo, ni apoyo gubernamental, con la difícil situación económica continua en el país, con la posibilidad de una nueva guerra con el vecino hostil [Azerbaiyán] -con quien existe un frágil cese el fuego que parece estar deteriorándose con el tiempo-, con mi sueldo de 180 dólares en parte siendo apoyado por mi hermana y viviendo en casa de mi madre que no tiene otros ingresos, y con mi marido sin trabajo, no podría ser capaz de criar a mi hijo con necesidades especiales”, escribió Badalyan.