El presidente de Kenia Uhuru Kenyatta prendió fuego una pila de 15 toneladas de marfil este martes y prometió que destruiría todos los arsenales de colmillos de elefante africanos para final de año.

fuego guardia



La quema de este material “forma parte de la política de Kenia para evitar que se haga un uso económico del marfil”, dijo Kenyatta mientras encendía una gran hoguera con los colmillos y añadió que quemarán el resto de las reservas -estimada en unas 100 toneladas, según constató un periodista de AFP- antes del fin de 2015.

“Esto que hemos hecho para proteger la biodeversidad es muy poco si lo comparamos con las amenazas que se ciernen sobre el medio ambiente”, declaró el presidente.



“Queremos que las futuras generaciones de kenianos, de africanos y del mundo entero puedan disfrutar de la majestuosidad y de la belleza de estos magníficos animales. Los cazadores furtivos y los que los financian no tendrán la última palabra”, declaró Kenyatta durante la Jornada Mundial por la Vida Salvaje.

El kilo de marfil se cotiza por alrededor de 2.100 dólares (1.800 euros) en China. La cantidad incinerada este martes representa un valor en el mercado de unos 30 millones de dólares (27 millones de euros).

“Se trata de la mayor cantidad de marfil nunca quemada en África”, se felicitó Iain Douglas-Hamilton, fundador de la ONG Save the Elephants (“Salvar los elefantes”). “Si nos lo tomamos en serio, en este país podríamos darle la vuelta” a la situación de la dramática caza furtiva de elefantes, agregó.

Además de ser un lugar importante para la caza furtiva de elefantes se refiere, Kenia es también un concurrido lugar de tránsito en las rutas del tráfico de marfil.

Las cifras oficiales dan cuenta de un centenar de elefantes muertos cada año en ese país, pero los expertos consideran que la matanza está muy subestimada.

AFP