Panamá. Los gobiernos utilizan internet y las redes sociales para espiar y atacar a periodistas, una práctica que lejos de disminuir aumenta, aseguraron varios expertos en Panamá durante la reunión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

«Hemos señalado con profunda preocupación cómo muchos gobiernos bajo la excusa de amenzas terroristas, la seguridad nacional o el Secreto de Estado utilizan sistemas de vigilancia y espionaje sin orden judicial», dijo el presidente de la SIP, Gustavo Mohme.



Espionaje-telefono

Ese control buscaría, según Mohme, «espiar y neutralizar al periodismo, los ciudadanos críticos y a líderes de la oposición», añadió.



De acuerdo a varios expertos las nuevas tecnologías de la información han traído grandes avances a la humanidad y han permitido democratizar la comunicación.

Sin embargo, esas mismas redes sociales también son utilizadas por gobiernos de todo el mundo para controlar, espiar y generar ataques cibernéticos, práctica que también se desarrolla en Estados Unidos y Europa.

«Es una amenaza a la libertad de expresión en todo el mundo y sí, me preocupa lo que está sucediendo», dijo Jane Kirtley, profesora de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos).

«En los últimos 14 ó 15 años hemos visto un movimiento de (los servicios de) inteligencia para mayor vigilancia» de las redes sociales», añadió Kirtley.

Según los expertos muchos gobiernos estarían usando hackers o usuarios afines en las redes sociales para atacar o desprestigiar a periodistas o a personas que discrepan de las políticas gubernamentales.

En el mundo se calcula que hay más de 7.000 millones de dispositivos móviles como celulares y tablets, herramientas que permiten un fácil acceso a programas como Facebook o Twitter a través de internet.

«Hay más teléfonos inteligentes que pistolas o armas», dijo Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la protección de periodistas de Nueva York.

Según Simon, la búsqueda del control de internet por los gobiernos es «una amenaza a la libertad de expresión en todo el mundo», donde el imperio de la ley «está siendo socavado» por este tipo de medidas.