Estados Unidos. Manuela Rodríguez, de origen mexicano, confesó ante las autoridades de Illinois que mató a golpes y mutiló el cuerpo de la pequeña Rose, tras enojarse porque estaba llorando.

CHICAGO. Enfurecida porque no dejaba de llorar, Manuela Rodríguez le metió un calcetín en la boca a su nieta de 7 meses, la golpeó en la cabeza y luego utilizó una sierra eléctrica para cortarle el cuello, el pecho y un hombro.



Abuela asesina

Luego llamó a su hermana para decirle lo que había hecho. «Lo hice, la maté», dijo la abuela a la policía de Chicago cuando llegó a la casa el pasado lunes tras recibir el reporte del ataque.



La Oficina del Fiscal del Condado de Cook informó que Rodríguez reconoció también ante paramédicos que mató a Rose porque no dejaba de llorar.

Durante su primera aparición ante una corte, el abogado de la abuela, de origen mexicano, dijo que su cliente tiene problemas mentales y que intentó buscar ayuda antes de que ocurriera la tragedia.

Pero para la jueza María Kuriakos-Cecil, la mujer de 52 años es «una amenaza a la sociedad y así misma», por lo que le impidió tener el beneficio de pagar fianza y enfrentar su proceso en libertad.

Los papas de Rose no tenían idea de que su propia abuela era una amenaza para la niña, e inclusive la describieron como «dulce y maravillosa» cuando se encontraba al cuidado de la menor.

Rodríguez cuidaba a Rose todos los días mientras los padres de la bebé iban a trabajar, según el fiscal Barry Quinn.

La abuela vivía en el piso de abajo junto con su esposo, mientras que dos de sus hijas y dos de sus nietas vivían en el piso de arriba.

Rodríguez estuvo cuidando a la niña desde las 7:45 de la mañana del pasado lunes y se quedó sola con Rose mientras su esposo llevó al trabajo a la madre de la niña, informaron las autoridades.

El hombre fue alertado por una de las hermanas de Rodríguez sobre la llamada que le había hecho y subió al segundo piso donde encontró a la niña en el piso en medio de un charco de sangre y a la mujer intentando quitarse la vida.

Según la autopsia practicada por el forense, la niña murió debido a dos fuertes golpes que recibió en la cabeza y se sofocó cuando la abuela le puso un calcetín en su boca.

Para cuando la mujer comenzó a cortar su pequeño cuerpo con la sierra, Rose ya había fallecido, según las autoridades.

Fuente Excelsior.com.mx