Lacey Spears, de 27 años, asesinó a su hijo, Garnett-Paul Spears, en enero de 2014.

Lacey Spears, de 27 años, asesinó a su hijo, Garnett-Paul Spears, en enero de 2014.

Una mujer estadounidense acusada de asesinar a su hijo de cinco años envenenándolo con una sobredosis de sal, fue sentenciada a cumplir 20 años en prisión por un juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.

Lacey Spears, de 27 años, asesinó a su hijo, Garnett-Paul Spears, en enero de 2014. La madre habría introducido una alta concentración de sodio a través de una sonda gástrica a la cual estaba conectado el niño, que se encontraba internado en un hospital de los suburbios de Nueva York por un envenenamiento que esta habría causado previamente.



Según un toxicólogo que investigó el caso, la comida en el apartamento de Spears estaba altamente contaminada con sal; una porción de carne que ya había sido cocinada tenía el equivalente a 69 sobres de sal de McDonald’s.

Ante la evidencia, el juez encargado del caso, Robert Neary, declaró que el crimen era «increíblemente cruel» y que la madre había dado a su hijo «cinco años de tormento y dolor». No obstante, declaró que no le impondría la máxima sentencia de 25 años a la acusada porque: «No es necesario ser un psiquiatra para darse cuenta de que sufre de Münchhausen por poder».



El abogado de Lacey Spears, sin embargo, no presentó esta enfermedad en la defensa de su cliente, pues la madre se negó a aceptar que sufría de cualquier desorden mental.

La defensa de Spears ya ha anunciado que apelará la sentencia, y ha pedido al juez una condena más ‘ligera’ de un mínimo de 15 años. David Lawyers, el abogado de la madre, ha afirmado que esta era «una persona trabajadora que le dio amor incondicional a su hijo».

Informa El Mundo, que el fiscal del caso asegura, en cambio, que las acciones de Spears fueron «inhumanas, despreciables y malvadas». Agregó también que las personas del jurado que vieron los vídeos de seguridad del hospital, en los que la madre introduce sal a través de la sonda gástrica de su hijo, «no podrán borrar las imágenes de su mente».