Ciudad del Vaticano. El papa Francisco criticó este miércoles «los excesos del machismo» que considera a la mujer «de segunda clase» y denunció «la instrumentalización y la comercialización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática».

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El pontífice argentino realizó estas reflexiones durante su discurso en la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Durante su alocución, Jorge Bergoglio denunció las «variadas formas de seducción engañosa y prepotencia humillante» que se ejerce hacia las mujeres como «los excesos del machismo, para el que la mujer es considerada de segunda clase».



«Pensemos también en la instrumentalización y comercialización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática», agregó.

El papa Francisco remarcó la importancia de las mujeres y aseguró que junto al hombre forma una pareja que se complementa.

Recordó que, según la Iglesia Católica, cuando Dios creó a Adan, al principio estaba solo, pero «cuando finalmente le presentó a una mujer, el hombre reconoció a aquella criatura como parte de él: ‘huesos de mis huesos, carne de mi carne’. Finalmente hay un reflejo, una reciprocidad».

En este sentido, el pontífice dijo que «la mujer no es una réplica del hombre, sino que viene creada directamente de Dios».

Más aún, esa idea de que Eva fue creada a partir de la costilla de Adán, prosiguió Bergoglio, «no expresa inferioridad o subordinación, sino lo contrario, que el hombre y la mujer son la misma sustancia y son complementarios, también tienen esta reciprocidad».

El papa Francisco afirmó que «Dios deposita en el hombre y en la mujer una confianza plena, pero el maligno pone en su corazón la sombra de la sospecha y la desconfianza, llevándoles a la desobediencia a Dios y a destruir la armonía entre ellos».

«Su relación empieza a verse asediada por mil formas de seducción engañosa, de humillación e incluso de violencia», añadió.

Explicó que estas situaciones han ido aumentando la desconfianza entre el hombre y la mujer «y la dificultad de una alianza plena, capaz de una relación íntima de comunión y de respeto de las diferencias».

Según Francisco, «al mismo tiempo, se ha ido desvalorizando socialmente la alianza estable y generadora entre ambos, lo que constituye una gran pérdida para todos».

«¡Qué importante es que se revalorice el matrimonio y la familia!», concluyó. EFE