clinton-obamaBarack Obama viajó este miércoles al parque nacional de los Everglades, vasta reserva natural de frágil equilibrio situada en el extremo sur de Florida, para subrayar la urgencia de actuar ante el cambio climático, «la mayor amenaza» que afecta al planeta.

A menos de ocho meses de la conferencia de París en la que se buscará alcanzar un acuerdo para limitar a 2ºC el alza del termómetro mundial, el presidente estadounidense quiere marcar el Día Mundial de la Tierra enviando también un mensaje a quienes «niegan» o «ignoran» el calentamiento en curso.



Con una superficie de unas 600.000 hectáreas, el parque Everglades, cuyos pantanos están poblados con innumerables cocodrilos y caimanes, también es el lugar donde anidan numerosas especies de aves acuáticas de América del Norte e importante corredor de migración.

En esta parte del país «el aumento del nivel del mar pone en peligro un tesoro nacional y el motor económico de la industria turística», subrayó el presidente al anunciar su visita, recordando que 2014 fue el año más cálido que se haya registrado desde que se comenzara a confeccionar el índice de temperaturas en 1880.



Enumerando el impacto del cambio climático sobre la seguridad nacional, la economía o incluso la salud pública, Josh Earnest, portavoz de Obama, dijo que en el plano internacional, el objetivo es «utilizar nuestra influencia para impulsar a otros países a comprometerse también en la reducción de las emisiones de CO2, como lo hicimos exitosamente con China».

Aunque a priori la conferencia de diciembre no es una cumbre de jefes de Estado, si se avizora un acuerdo los principales líderes del planeta podrían reunirse en la capital francesa. Estampar su firma en un texto ambicioso sería sin duda una victoria para Obama, un año antes de su partida de la Casa Blanca y seis años después de un doloroso revés en la cumbre de Copenhague.

– ¿Qué política para después de 2016? –

Pese a la resonancia del acuerdo sobre reducción de emisiones con Pekín, los compromisos de Washington se mantienen netamente por debajo de lo puesto a consideración por la Unión Europea (baja de 40% de las emisiones de aquí a 2030 en relación a los niveles de 1990).

«Está claro que Estados Unidos está muy atrasado en la lucha contra el cambio climático», destacó Jennifer Morgan, responsable de temas del clima en el World Resources Institute (WRI).

Las dudas subsisten sin embargo: Estados Unidos, donde un importante número de congresistas republicanos se oponen duramente a toda intervención federal sobre el tema, ¿respetará sus compromisos? La Casa Blanca afirma que las cifras presentadas pueden ser mantenidas sin la aprobación de nuevas leyes por parte del Congreso.

Pero la elección presidencial de 2016 se aproxima. Si un republicano sucede a Obama, ¿no se verá tentado de dar marcha atrás en las medidas tomadas a través de los años por vía reglamentaria?

Interrogado semanas atrás sobre la correlación de fuerzas sobre el tema, Obama había criticado abiertamente la actitud de sus adversarios republicanos: «No hay dos partidos que discrepan y se produce un bloqueo, hay un partido que niega los hechos», había declarado el mandatario, aludiendo al poder financiero del lobby de las energías fósiles para explicar la posición de algunos congresistas republicanos.

Pero el mandatario estadounidense también había pronosticado un cambio en los próximos años: «les garantizo que el Partido republicano cambiará su posición sobre cambio climático, sus electores se lo exigirán», dijo. AFP