Un barrio de Londres, apropiadamente llamado Barking («ladrando») y Dagenham, hizo público este martes un plan para identificar a los amos de perros que no limpian los excrementos, mediante el análisis de ADN de los restos.

El gobierno local pedirá a los amos de perros que acudan al veterinario a registrarlos en una base de datos genética, advirtiendo que quienes no lo hagan no podrán pasear con ellos por ninguno de los 27 parques del barrio.



El registro será también obligatorio para los inquilinos de viviendas públicas en esta zona del este de Londres.

El análisis de los excrementos no limpiados permitirá llegar hasta los amos e imponerles una multa de 80 libras (112 euros, 122 dólares) que servirá para aliviar la factura de 2,3 millones de libras anuales de la limpieza de excrementos de perros en el barrio.



Es la primera vez que se pone en marcha un plan de este tipo en el Reino Unido, que ya se ha probado con éxito en Estados Unidos.

«Somos el primer concejo en ponerse realmente duro con los excrementos de perros y los amos que no actúan de un modo socialmente responsable», se congratuló el líder del gobierno local, Darren Rodwell, en un comunicado.