anaisHemos venido sufriendo fruto de una degeneración social como talentos de un nivel de profesionalidad con los más altos estándares y pasan hasta la vulgaridad más baja, por calar en el gusto popular de una parte de un pueblo que celebra y aplaude en grande las muestras más deprimentes de comportamientos, lenguajes y obscenidades, promoviendo entre la juventud este tipo de acciones y forma deprimente de manejarse que sólo dan lástima.

Recordar a “Anaís” era pensar en una voz de diosa, con una forma de cantar única que la perfilaba a alcanzar y posicionarse en los escenarios más internacionales, pero al parecer la desesperación por fama y por ser aceptada por las grandes masas prefirió ser recordada y reconocida por vídeos en las redes que sólo promueven la vulgaridad en la mujer, el lenguaje bajo y denigrante, con acciones de un circo o de una comedia que sólo garantizan muchos like en las redes, anunciantes para campañas de momento y una popularidad que promete ser pasajera como “Carlota la más barrial”, entre otros personajes que no dejan nada positivo más que el circo y el morbo de la obscenidad.



Mas que analizar a las figuras y talentos que se prestan para ser los hazme reír a cambio de popularidad en las Redes, es analizar una cultura que prefiere seguir, enaltecer y poner en alto a la Anaís con frases vulgares, antes que aquella artista con voz de diosa que era desconocida por muchos hasta surgir con este personaje que sólo da lástima. Sí continuamos ponderando situaciones hay que cuestionarnos si la mujer dominicana no se preocupa porque este tipo de personajes que logra trascender internacionalmente sea el prototipo representativo de la mujer dominicana en el extranjero, al parecer no, pues sus principales promotoras y seguidoras son mujeres, difundiendo sus frases y sintiéndose orgullosas de ese personaje.

“Dime te afecta bonita…Tírate de un puente”…no es más que la representación de la mujer de bajá autoestima, que vive pendiente a sí sus acciones les afectan o no a las demás, compitiendo por cirugías estéticas, por hombres y por cosas materiales como promueve este personaje. Una mujer segura de sí, exitosa y con un nivel para defender lo que es, no vive pendiente a sí le afecta a alguien, o si le quitan o no un “marido” como dice esta persona, la que públicamente en un medio de comunicación dice sentirse orgullosa de ser una “chapiadora” términos textuales.



Es una pena que grandes talentos para poder tener éxito en esta cultura tan degenerada tengan que recurrir a lo más bajó para lograr fama y dejar a un lado el talento, pero peor aún es una persona que permite entrar en este juego solo por una fama momentánea, permitiendo que su imagen se degenere, baje al suelo y sea vista como un payaso de un circo más.

Seguimos dando muestra por quienes son nuestros patrones de estrellas culturales, como está el nivel social y cultural de nuestros pueblos. Deja mucho que decir.

Por Audi Rodriguez.