Los Angeles, Estados Unidos. La fiesta de los 15 años se ha arraigado en Estados Unidos con la misma fuerza con la que se han instalado en el país millones de familias latinoamericanas, que no renuncian a celebrar uno de los momentos más importantes en la vida de sus hijas.

California y Texas, junto con Arizona y Nuevo México, son los estados donde más se agasaja a las chicas que alcanzan esta edad, dada la amplia población de mexicanos, férreos devotos de esta tradición.



15 años

Florida es la otra región en la que se suceden las fiestas de quince, organizadas principalmente por la multitud de cubanos afincados allí, que cumplen así una de las costumbres más populares de la isla.



Entre vestidos, maquillaje, invitaciones, comida, DJ, mariachis, decoración y mil cosas más, esta fiesta genera 400 millones de dólares al año en Estados Unidos, según cifras del último informe publicado por la revista Quinceanera.com.

Cada familia gasta una media de 20.000 dólares por evento, que puede incluir desde la tradicional misa hasta la actuación de un cantante famoso -en función del presupuesto, claro-.

Pero todo vale para presentar en sociedad a la princesa de la familia, aunque haya que tirar la casa por la ventana y ahorrar durante años.

Con el auge de internet, «la fiesta de los quince años tiene cada vez más similitudes con la tradición estadounidense de los ‘Sweet Sixteen'», que también conmemora la transición de niña a mujer, cuenta a la AFP la colombiana Aleyso Bridger, autora de «Tu Quinceañera de la serie ¡Hecho fácil!».

«Lo más novedoso son las fiestas temáticas», apunta la experta, en referencia a fiestas de estilo parisino, egipcio, griego, campestre, «animal print», hollywoodense o sobre lo que la imaginación sea capaz de inventar y que tanto éxito tienen entre los adolescentes estadounidenses.

Estados Unidos es, por otro lado, el destino escogido por la mayoría de las latinoamericanas para celebrar entre amigas sus quince años, un viaje que suele costar un mínimo de 3.500 dólares para 10 días de turismo.

Desde su país contratan los servicios de agencias especializadas que ofrecen paquetes con avión, hoteles, comidas, traslados y entradas a parques de atracciones y espectáculos. Varios adultos las acompañan.

El circuito por Florida es el que más triunfa, con visita a Disney World y un crucero de varios días por el Caribe.

El «roadtrip» por la costa oeste, parando en Los Ángeles, San Francisco y Las Vegas, es otro de los viajes soñados para las jóvenes latinoamericanas.

El tour por Europa, mucho más costoso, queda para las más afortunadas.