Santo Domingo. Iván Ruíz se refirió a la situación actual por la que atraviesa la pantalla chica en República Dominicana manifestando que esta actividad dejó de ser un negocio rentable.

El productor del Show del Mediodía acudió al programa “La Fórmula” donde explicó lo siguiente: “En la industria de la televisión hay una crisis que pocos quieren reconocer, el pastel de la publicidad está dividido en demasiados pedazos y las pautas publicitarias no alcanzan para tantos medios y la concentración está en un grupito”.



Ivan Ruiz

Luego continuó explicando que la televisión dejó de ser un negocio rentable siempre si no tienes ingresos colaterales, cuando no se depende simplemente de las cuñas publicitarias. “No creo que sea rentable para ningún empresario un canal de televisión, los programas de televisión en su mayoría están sobreviviendo” señaló a los periodistas Kenny Valdéz y José Peguero en el programa que se transmite por Neón 89.3 FM de cuatro a 5 de la tarde.



Sobre su tercer regreso al Show del Mediodía, espacio que tiene más de 40 años en el aire manifestó que en esto momento solo la novela de Telesistema está marcando más rating en su horario que el programa que encabeza, que incluso la audiencia del show supera a “Caso cerrado”, especio que se transmite por Teleantillas, canal 2.

Iván aseguró que luego de su llegada la facturación se incrementó de un 20 hasta un 70% sin entrar en detalles sobre la cantidad de ingresos que maneja el programa.

Trabajando el concepto de la “Telerealidad”

“Al principio criticaban que yo salía demasiado en el programa, a veces la gente cuestiona algo porque le cuesta adaptarse al cambio”. “Peleamos de verdad, pero debe haber un límite, es importante que todos se sientan libres, la televisión tiene que tener realidad para que haya conexión emocional” explicó Iván.

Al referirse al conflicto con la presentadora Masiel Taveras manifestó que esto le afectó de manera personal. “Yo actué de una forma incorrecta, producto de un impulso, producto de una provocación, por eso pedí excusas al final, me hizo decir cosas fuera del equilibrio que uno puede mantener”.

“Yo confieso que esa situación fue muy desagradable y me afectó anímicamente, nunca me habían escrito tantas cosas horribles, yo no me defendí, dejé que Dios obrara y la verdad flotara”. Puntualizó.