En el Día Mundial contra la Hepatitis (28 de julio) la Organización Mundial de la Salud/ Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) pone de relieve la necesidad urgente de que los países redoblen las acciones para prevenir la infección por los virus que causan hepatitis virales y aseguren que las personas que han sido infectadas se diagnostiquen oportunamente y se les ofrezca tratamiento.

Este año, la OMS llama la atención de la comunidad internacional sobre las hepatitis B y C, que en conjunto producen cerca del 80% de todas las muertes por cáncer de hígado y matan a cerca de 1,4 millones de personas cada año.



Hepatitis

En las Américas, se estima que más de 13 millones de personas están infectadas por la hepatitis C y la prevalencia de hepatitis B crónica varía de menos del 2% al 4%. Entre 2008 y 2010, 3% de todas las muertes en América Latina y el Caribe estuvieron asociadas a cáncer y fallo hepático, hepatitis aguda y crónica, y cirrosis.



“La mayoría de las personas infectadas con hepatitis no lo sabe, lo que aumenta el riesgo de deterioro paulatino del hígado, cirrosis y cáncer hepático, y de transmitir el virus a otras personas”, explicó Rafael Mazin, asesor principal en VIH, ITS y Hepatitis de la OPS/OMS. “Además de generar incapacidad, estos virus pueden provocar ausentismo laboral y necesidad de proveer cuidados y tratamientos de larga duración, algunos de los cuales a un costo muy elevado como el trasplante de hígado”, señaló.

Conoce los riesgos

La OMS/OPS está alertando a la población sobre los riesgos de contraer la hepatitis como resultado de transfusiones con sangre contaminada e inyecciones inseguras y de compartir material de inyección de drogas. Unos 11 millones de personas que se inyectan drogas tienen hepatitis B o C en el mundo. Los niños nacidos de madres con hepatitis B o C y las parejas sexuales de las personas con hepatitis también están en riesgo de contraer la infección.

La Organización hace hincapié en la necesidad de que todos los servicios de salud reduzcan los riesgos de infección utilizando sólo equipo esterilizado para inyecciones y otros procedimientos médicos, de tamizar todas las unidades de sangre y componentes sanguíneos para donaciones y de promover el uso de la vacuna contra la hepatitis B. Las prácticas sexuales seguras, incluyendo la reducción del número de parejas y el uso de medidas de protección (condones), también protegen contra la transmisión.

Desde 1982 existe una vacuna para prevenir la hepatitis B. En América Latina y el Caribe, todos los países han introducido oficialmente la vacuna en sus programas de inmunización infantil y presentan tasas de cobertura superiores al 90% en promedio. Además, más del 99% de las unidades de sangre donadas en la región son tamizadas para los virus de la hepatitis B y C.

Exige inyecciones seguras

Aproximadamente dos millones de personas al año contraen hepatitis a través de inyecciones inseguras. Estas infecciones pueden evitarse mediante el uso de jeringas estériles que están específicamente diseñadas para evitar su reutilización.

La eliminación de las inyecciones innecesarias es también una estrategia eficaz para proteger contra la transmisión de la hepatitis. Se administran 16 mil millones de inyecciones cada año. Alrededor del 5% de estas inyecciones son para inmunización; un 5% para procedimientos como las transfusiones de sangre y los anticonceptivos inyectables, y el 90% restante para administrar medicamentos. Para muchas enfermedades, las inyecciones no son el primer curso de tratamiento recomendado y se podrían utilizar medicamentos orales.

Vacúnate

La OMS recomienda la vacunación de todos los niños contra la hepatitis B, de la que aproximadamente 780.000 personas mueren cada año. Una vacuna segura y eficaz puede proteger de la infección por hepatitis B de por vida. Idealmente, la vacuna debe administrarse lo antes posible después del nacimiento, preferiblemente dentro de las 24 horas. Esa dosis debería ser seguida por una segunda o tercer dosis para completar el esquema de la vacuna.

Asimismo, la OMS recomienda la vacunación de los adultos que están en mayor riesgo de contraer la hepatitis B. Estos incluyen personas que con frecuencia requieren de sangre o productos sanguíneos (por ejemplo, pacientes en diálisis), trabajadores de la salud, personas que se inyectan drogas, los cuidadores y los contactos sexuales de quienes viven con hepatitis B crónica, y aquellos con múltiples parejas sexuales.

Desde 1982, más de mil millones de dosis de la vacuna contra la hepatitis B se han utilizado en todo el mundo y se han evitado millones de futuras muertes por cáncer de hígado y cirrosis. En una serie de países en los que alrededor de 1 de cada 10 niños solían desarrollar la infección por hepatitis B crónica, la vacunación ha reducido la tasa de infección crónica a menos de 1 de cada 100 entre los niños inmunizados. Hasta la fecha, no hay vacuna disponible contra la hepatitis C.

Hazte las pruebas de detección y solicita tratamiento

Los medicamentos que están ahora disponibles pueden curar a la mayoría de las personas con hepatitis C y controlar la infección por hepatitis B. Las personas que reciben estos medicamentos son mucho menos propensas a morir de cáncer de hígado y cirrosis, y tienen mucho menos probabilidades de transmitir el virus a otras personas. Por lo tanto, la OMS insta a las personas que piensan pueden haber estado expuestas a la hepatitis a hacerse la prueba para que puedan averiguar si necesitan tratamiento para mejorar su salud y reducir el riesgo de transmisión.

A principios de este año, la OMS publicó nuevas directrices para el tratamiento de la infección por hepatitis B. Estas recomiendan el uso de pruebas no invasivas simples para evaluar el estado de la enfermedad del hígado para ayudar a identificar quién necesita tratamiento. Asimismo, la OMS insta a priorizar el tratamiento para las personas con cirrosis, la etapa más avanzada de la enfermedad hepática, y para el uso de dos medicamentos seguros y altamente eficaces, tenofovir o entecavir. El seguimiento continuo mediante pruebas sencillas es importante para evaluar si el tratamiento está funcionando, y si se puede detener.

En 2014, la OMS emitió una guía para las pruebas y el tratamiento de la infección por hepatitis C. La Organización recomienda proporcionar pruebas a las personas consideradas de alto riesgo de infección y asegurar un tratamiento para aquellos que tienen el virus con varios medicamentos eficaces, incluidos los nuevos regímenes que utilizan medicamentos orales solamente. La OMS actualizará las recomendaciones sobre los tratamientos farmacológicos periódicamente a medida que nuevos medicamentos antivirales estén disponibles y surja nueva evidencia.

Día Mundial contra la Hepatitis 2015

Este año, el evento insignia de la OMS se llevará a cabo en Egipto, un país que tiene una de las cargas de hepatitis más altas del mundo. Se estima que el 10% de la población entre 15 y 59 años está crónicamente infectado con hepatitis C. Entre 2007 y 2014, más de 350.000 personas con hepatitis C han sido tratadas. Desde la introducción de nuevos medicamentos más eficaces, en 2014, el número de personas que reciben tratamiento sigue aumentando. Hoy en día, 32 centros de tratamiento especializados están proporcionando tratamiento a cargo del Gobierno.

Egipto también está poniendo de relieve la prevención de la hepatitis. La OMS está ayudando al país a desarrollar normas nacionales de seguridad de la sangre y ha sido seleccionado como uno de los tres países piloto para su nueva Iniciativa Global de Seguridad de las Inyecciones. La OMS proporcionará apoyo durante los próximos tres años para reducir las inyecciones innecesarias y ayudar en la transición hacia el uso exclusivo de jeringas que sólo pueden ser utilizadas una vez.

Este 28 de julio, a las 2 pm de Washington DC, la OPS/OMS realizará una conversación vía Twitter en español, inglés y portugués para compartir información y aclarar dudas sobre las hepatitis virales. El hashtag para participar de la conversación es #PrevengaHepatitis.

Brasil es el primer país de la America Latina en desarrollar una guía para el tratamiento de la hepatitis C con acceso gratuito a las últimas terapias, las cuales tienen un alto costo, pero son más efectivas. Las nuevas terapias reemplazarán el tratamiento con interferón pegilado, una droga con solo un 40 a 50% de probabilidad de curación para el genotipo que más circula en la región y numerosos efectos adversos a lo largo del tiempo.

Con estas nuevas terapias los pacientes tendrán alrededor del 90% de probabilidad de cura. El país planifica ofrecer tratamiento para 15.000 personas hasta fines de 2015. Se estima que alrededor de 1,4 a 1,7 millones de personas tienen hepatitis C y alrededor de 3.000 personas mueren por causas asociadas a la hepatitis C cada año.

Esta guía, que servirá a los médicos para definir a las personas que necesitan tratamiento, podría ser un modelo para otros países de la región.

Impulso global y regional para enfrentar la hepatitis

En septiembre de este año, los países del mundo tendrán la oportunidad de compartir sus mejores prácticas en la primera Cumbre Mundial contra la Hepatitis, que se celebrará en Glasgow, Escocia. La cumbre, que es copatrocinada por la OMS, el Gobierno escocés y la Alianza Mundial contra la Hepatitis, tiene como objetivo elevar el perfil mundial de la hepatitis viral para crear una plataforma para el intercambio de experiencias de los países y centrarse en trabajar con los países para desarrollar planes de acción nacional.

También en septiembre próximo, los ministros de Salud de las Américas podrían aprobar un plan de acción para prevenir y controlar la hepatitis en la región, en el Consejo Directivo de la OPS. El plan, que se dirigirá a la hepatitis A, B y C, con especial énfasis en la hepatitis B y C, propondrá vías concretas de acción para reducir eficazmente la morbilidad, la discapacidad y la mortalidad y para comenzar a establecer el camino hacia la eliminación de la hepatitis viral como un problema de salud pública.