La más reciente victoria para los derechos de los gays se produjo este jueves en Estados Unidos cuando un tribunal de apelaciones sentenció que un repostero de Colorado (oeste) no podía negarse a venderle una torta de casamiento a parejas homosexuales porque contradecía su fe religiosa.

El fallo fue emitido dos meses después de una decisión histórica de la Corte Suprema que legalizó el matrimonio gay en todo Estados Unidos.



Matrimonio gay

La tienda «Masterpiece Cakeshop» se ha sumado a un número creciente de negocios que han sido demandados, con éxito, por discriminación contra las parejas del mismo sexo.



Sin embargo, los comercios en más de la mitad de Estados Unidos todavía tienen derechos legales de negarse a atender clientes gays porque 29 de los 50 estados no prohíben la discriminación basada en orientación sexual.

Charlie Craig y David Mullins consignaron una queja fundamentada en el marco legal antidiscriminatorio de Colorado cuando el repostero Jack Phillips les dijo en 2012 que no les haría una torta debido a sus creencias religiosas.

El estado no reconocía el matrimonio gay en ese momento, pero sí prohibía la discriminación por orientación sexual.

Phillips argumentó que preparar una torta de casamiento para una pareja gay violaba su derecho a la libertad de religión y de expresión.

El tribunal estatal de apelaciones manifestó su desacuerdo, argumentando en una decisión de 66 páginas que exigirle a alguien que cumpla la ley no implica pedirle a una persona que «respalde» algo que no apoya.

«Masterpiece tiene libertad para continuar defendiendo sus creencias religiosas, incluso su rechazo a los matrimonios entre parejas del mismo sexo», dijo el tribunal.

«Sin embargo, si desea operar como un lugar público y tener un negocio en el estado de Colorado, la CADA (Colorado Anti-Discrimination Act, Acta anti-discriminación de Colorado) le prohíbe escoger y elegir consumidores en función de su orientación sexual», indicó.

Una pastelería de Oregon (noroeste) fue obligada a pagar 135.000 dólares en daños el mes pasado luego de negarse a hornear una torta para un matrimonio gay en 2013.

Pero el caso que elevó el tema a la audiencia nacional fue el de una fotógrafa de bodas de New Mexico que se negó a trabajar para una pareja de lesbianas en 2008 afirmando que su derecho a la libertad artística y religiosa debería superponerse a las leyes antidiscriminatorias del estado. La Corte Suprema no aceptó su apelación en 2014.