La Policía Nacional y el Ejército de República Dominicana impidieron en horas de la noche de ayer miércoles que un grupo de dominicanos continuara expulsando a haitianos indocumentados residentes en el distrito municipal de Hatillo Palma, de la provincia fronteriza de Montecristi.

El gobernador de Montecristi, Marcelino Cordero, llamó a la calma a la población, tras reunirse con dirigentes comunitarios junto a las autoridades de la Dirección General de Migración, la Cuarta Brigada del Ejército y la Policía.



Haitianos

La reacción de los residentes de Hatillo Palma se produjo luego de que se propagara en el poblado la información de que una mujer dominicana de 42 años había sido agredida física y violada la madrugada de este miércoles por tres inmigrantes haitianos indocumentados.



La mujer, quien es la responsable de contabilidad del Ayuntamiento de Hatillo Palma, se encuentra recluida en el hospital público del municipio de Villa Vásquez, comprobaron medios de prensa.

El alcalde de esa comunidad, Junior Fondeur, declaró a medios de prensa, que en Hatillo Palma no quieren la presencia de haitianos ilegales.

Fondeur informó que la propia agraviada reveló que fueron tres haitianos quienes la agredieron y ultrajaron, y que por eso la gente de su pueblo «no los quiere allí».

Sin embargo, las autoridades de Migración advirtieron de que los habitantes de Hatillo Palma no podían expulsar a los haitianos indocumentados, porque esa tarea les corresponde a los organismos debidamente facultados por la ley.

En las primeras horas de este miércoles, turbas irrumpieron en viviendas habitadas por haitianos ilegales y destruyeron sus enseres y los obligaron a abandonar el lugar.

«No sabemos quiénes son, porque en esta comunidad viven muchos haitianos, pero lo cierto es que hay indignación entre la gente», indicó el alcalde Fondeur.

En 2005 cientos de haitianos fueron expulsados de Hatillo Palma, luego de que dos inmigrantes del vecino país mataron a una comerciante y dejaron en estado de gravedad a su esposo para robarle. EFE