Nueva York. El presidente estadounidense Barack Obama y su esposa Michelle encabezaron este viernes en el jardín de la Casa Blanca un minuto de silencio para recordar el 14º aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que dejaron unos 3.000 muertos.

El momento de silencio fue observado a las 08H46 locales (12H46 GMT), hora en la cual el primer avión de línea secuestrado por terroristas de Al Qaida se estrelló contra la torre norte del World Trade Center (WTC) en el sur de Manhattan.



En Nueva York, la ceremonia se llevaba a cabo en el National September 11 Memorial Plaza, inaugurado en 2011 en el lugar donde se levantaban las Torres Gemelas del WTC, con la presencia del alcalde Bill de Blasio, sus predecesores Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg y el jefe de la policía Bill Bratton.

En una mañana parcialmente nublada y no tan calurosa como las últimas semanas, el acto en el predio arbolado con los dos enormes piletones negros construidos en los cimientos de las torres comenzó con el sonido de tamborileros de la policía, que ingresaron al lugar acompañando una enorme bandera estadounidense.



Torres

El lugar quedó sumido en un silencio sobrecogedor a las 08H46 y a continuación sonaron las gaitas de las policía y los familiares de las víctimas empezaron a leer en orden alfabético los nombres de las 2.983 personas fallecidas entre los ataques de 2001 y el atentado contra el WTC en 1993.

«Emociones y recuerdos del 11-S están con nosotros de manera tan viva hoy y siempre. Nunca olvidaremos a nuestros seres queridos y socorristas», dijo De Blasio en un mensaje en su cuenta Twitter.

El presidente del Memorial del 11-S, Joe Daniels, recordó de su lado que es «un honor solemne y una obligación nacional reunirse para leer los 2.983 nombres que están grabados para siempre» en ese lugar.

Los ataques del 11-S provocaron la invasión de Afganistán por parte de una coalición liderada por Estados Unidos para desalojar al régimen talibán, que había ofrecido santuario al líder de Al Qaida, Osama bin Laden.

Dos años más tarde, en 2003, los estadounidenses lanzaron otra guerra contra Irak, acusando al por entonces presidente de ese país Sadam Hussein de ocultar armas de destrucción masiva.

Bin Laden fue eliminado por fuerzas especiales estadounidenses en una operación secreta en mayo de 2011 en Pakistán.