Madrid, España. Perros rastreadores, policía montada, helicópteros, centenares de agentes: las medidas de seguridad que rodearon este sábado el clásico de fútbol entre el Real Madrid y el FC Barcelona en la capital española fueron excepcionales.

Los fans tuvieron que someterse a cacheos, a largas filas y verificación de identidad para entrar en el estadio Santiago Bernabéu, para lo que es considerado actualmente como el partido de fútbol más importante internacionalmente.



Madrid

Unos 1.000 policías fueron desplegados para proteger el estadio y otros 1.400 guardias de seguridad apoyaban la operación.



Hace ocho días, una serie de ataques yihadistas sin precedentes en París provocaron 130 muertos y más de 350 heridos. Tres atacantes hicieron volar sus cargas explosivas en los alrededores del Estadio de Francia, provocando solamente un muerto, pero las autoridades francesas consideran que el riesgo de una masacre fue evitado por muy poco.

En los días siguientes dos partidos de selecciones nacionales, Bélgica-España y Alemania-Holanda, tuvieron que ser suspendidos en el último minuto por amenazas que parecían inminentes.

«En 20 años que vengo aquí, es la primera vez que veo esto. Siempre hay policia, pero como hoy no», declaró Borja Jiménez, un estudiante, a la entrada del coliseo.

El partido, al que asistían 81.000 espectadores, fue calificado de «alto riesgo» por las autoridades.

Para Jiménez, que tuvo que atravesar tres barreras de seguridad, el ambiente era tranquilizador.

«Está superseguro, es imposible que puedan poner una bomba aquí», dijo.

El Clásico es retransmitido al mundo entero por televisión, con una audiencia estimada de 500 millones de espectadores.