La Policía de Brasil allanó este martes la casa del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, principal rival político de la presidenta Dilma Rousseff que desató el proceso de impeachment en su contra. Además, está acusado de corrupción en el megaescándalo dePetrobras.

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Agentes realizaban búsquedas desde temprano en la residencia de Cunha en Brasilia, constató un fotógrafo de la agencia AFP. La operación ocurre simultáneamente en varios estados de Brasil, involucra a otras autoridades federales, y según informó la Policía, busca “evitar que pruebas importantes sean destruidas por los investigados”.

Según los medios locales, también allanaron la casa de Cunha en Rio de Janeiro, realizaron búsquedas en la Cámara de Diputados y en las residencias de al menos dos legisladores y dos ministros del mismo partido político de Cunha, el PMDB.



Cunha, un poderoso legislador evangélico que le ha declarado la guerra al gobierno, aceptó el 2 de diciembre un pedido de impeachment contra Rousseff, paso inicial para juzgar a la presidenta, que transita su segundo mandato con una popularidad del 10% y una profunda recesión económica.

Su anuncio, pocos días antes del receso de verano del Parlamento, provocó un cimbronazo en el Congreso, donde legisladores oficialistas y opositores protagonizaron discusiones, tumultos y peleas en los primeros pasos para decidir el destino de la presidenta.

La Corte Suprema puso en suspenso el proceso y se pronunciará este miércoles sobre la validez de lo avanzado hasta ahora.

El pedido de destitución presentado en su contra por tres abogados le acusa de haber maquillado las cuentas públicas en 2014 y 2015 y de haber ordenado aumentos de gastos que requerían permiso previo del Congreso.

El polémico jefe de Diputados fue acusado por la fiscalía en agosto de haber cobrado sobornos por al menos cinco millones de dólares de la red de corrupción que funcionaba dentro de la mayor empresa del país.

Además, es investigado por supuestamente guardar dinero de origen sospechoso en cuentas bancarias en en Suiza sin declarar.

El mismo Cunha es objeto de un proceso disciplinario en el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados, por haber mentido a sus colegas acerca de las cuentas en Suiza.

Al tiempo que echó a andar el proceso de impeachment contra Rousseff, Cunha es acusado de ejecutar diversas maniobras para retrasar su proceso en el Consejo de Ética, que potencialmente podría acabar con su mandato al frente de la Cámara Baja.

Cunha es miembro del centrista PMDB, un partido que se ha aliado al poder con todos los gobiernos desde 1989 tras las primeras elecciones directas post dictadura y es la mayor fuerza electoral de Brasil. La tienda sigue aliada al gobierno, pero no así Cunha y una porción de políticos fieles a él, que se alejaron de la coalición e impulsan una agenda contraria al gobierno.

Aumentar las restricciones para los abortos en caso de violación, reducir de la edad penal a 16 años, y excluir a los homosexuales del concepto de familia son algunas de las propuestas legislativas respaldadas por Cunha, que es repudiado en todo el país por movimientos feministas y de izquierda al grito de “¡Fuera Cunha!”.

Objeto de multitudinarias manifestaciones callejeras desde que comenzó su segundo mandato en enero, La presidenta Rousseff no ha sido alcanzada directamente por los escándalos de corrupción.

Rousseff considera improcedente el impeachment y dice que está siendo blanco de un “golpe”.

De acuerdo con la investigación del llamado ‘Petrolao’ las principales constructoras de Brasil formaron un cártel para manipular licitaciones de la estatal mediante el pago de sobornos a directivos de la compañía vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabuladores.

Varios empresarios, exfuncionarios de Petrobras e importantes figuras del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff fueron detenidos y enfrentan juicios por participar del esquema.

Fuente: Peru21