El barril de petróleo se hundió este jueves a su cotización más baja en 12 años, en medio de crecientes tensiones en Oriente Medio que comprometen cualquier acuerdo en la OPEP para reducir la producción.

En los intercambios electrónicos en el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de «light sweet crude» (WTI) para entrega en febrero llegó a hundirse a las 07H40 GMT a 32,10 dólares, un mínimo desde el 29 de diciembre de 2003. A las 11H30 GMT se recuperaba ligeramente a 33,04 dólares.



petróleo intermedio de Texas (WTI)

Por su parte el petróleo Brent, también para entrega en febrero, cayó hacia las 07H40 GMT a 32,16 dólares, su nivel más bajo desde el 7 de abril 2004. A las 11H30 GMT, en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres se restablecía a 33,55 dólares.



Desde mediados de 2014, las cotizaciones del crudo se han hundido un 65% y solamente en 2015 han perdido un 35%.

Los precios del WTI y del Brent padecen la abundantísima oferta de crudo en el mercado, que impide una recuperación de las cotizaciones.

Además, «los precios tocan un nuevo suelo en la estela de las tensiones crecientes entre Arabia Saudita e Irán, que anulan cualquier esperanza de que los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) puedan ponerse de acuerdo sobre una reducción de la producción», explica Lukman Otunuga, analista de FXTM.

Estos dos países, grandes potencias regionales rivales, pertenecen al cártel petrolero.

Michael van Dulken, analista de Accendo Markets, coincide por su lado en que la situación irano-saudí no va a permitir una reducción de la producción en la OPEP ya que Irán se opondrá a cualquier merma en la oferta, ahora que se dispone a retornar al mercado petrolero, una vez que las sanciones occidentales contra Teherán sean levantadas tras el histórico acuerdo nuclear suscrito en julio de 2015.

Los precios del crudo aceleraron su derrumbe en diciembre pasado después de que la OPEP, cuyos miembros producen algo más de un tercio del petróleo mundial, decidieran mantener sin cambios su nivel actual de producción pese a la debilidad de las cotizaciones.

Este inmovilismo del cártel penaliza fuertemente a algunos de sus miembros, como Venezuela, Argelia, Nigeria o Ecuador, muy dependientes de la renta petrolera, de donde obtienen la mayoría de sus divisas.

La producción de los países de la OPEP se sitúa actualmente en torno a los 32 millones de barriles diarios (mbd).

El factor de China 

Por otro lado, los datos publicados el miércoles por el Departamento estadounidense de Energía (DoE) sobre el estado de las reservas estadounidenses de crudo –indicador esencial sobre el primer consumidor mundial de crudo– volvieron a decepcionar en el mercado.

Aunque las reservas estadounidenses de petróleo registraron un claro retroceso en la semana terminada el 1 de enero (-5,1 millones de barriles), esta caída estuvo acompañada por una fuerte subida de las reservas de gasolina y de productos destilados (diesel, queroseno, fuel), que aumentaron respectivamente en 10,6 millones y 6,3 millones de barriles.

A todo ello, se añaden los malos indicadores de China, que confirman la ralentización de la segunda economía del mundo, y contribuye a deprimir aún más los precios del petróleo, ya que fragiliza la demanda global de materias primas y en particular de crudo.

«¿Acaso llegaremos más pronto de lo esperado al barril a 20 dólares previsto por Goldman Sachs?», se pregunta en este contexto el analista Michael Van Dulken.