Ezequiel Molina Rosario no es el religioso que se muestra ofensivo o resbaladizo para hablar de temas espinosos. Al contrario, con respuestas directas y sin mucha teoría religiosa, toca la homosexualidad y la política sin rubor. Se atreve a admitir que en la intimidad “usted tiene su preferencia, eso es personal” y rechaza la creación de un partido netamente religioso: “Aquí no puede gobernar ni la Iglesia católica ni evangélica, aquí tiene que gobernar un ciudadano civil con reglas civiles”, asegura.

En una entrevista para el periódico El Caribe, El pastor Molina se muestra realista, crítico y empático con el político dominicano. Así insiste en que la corrupción corroe desde los organismos del Estado hasta el ciudadano que ofrece al policía dinero para escurrirse del castigo. Y está claro con que si se viste de presidente, no sería capaz de barrer inmediatamente a los corrompidos. “Yo llego ahí y no voy a empezar a partir cocotes inmediatamente.



Pastor Molina

Tengo que irme al paso, porque se arma un rebú como le pasó a Juan Bosch, que a los siete meses estaba fuera”, observa. Así tendría, con paciencia, que actuar Luis Abinader y de Danilo Medina, cree que por prudencia está esperando para luchar contra la corrupción de su gobierno. “Quizás no le llegue el tiempo, pero creo que está esperando”. De los dos principales aspirantes a la Presidencia dijo que son buenos candidatos, con buenas intenciones. “Una persona honesta llega a la presidencia y si realmente quiere cumplir toda esa honestidad en todas esas implicaciones ¿con quién va a gobernar?”, se cuestiona.



“Siempre he dicho que parece que hay compromisos que amarran, o mejor dicho, limitan el accionar del Ejecutivo. No es quizás que no lo vaya a hacer (luchar contra la corrupción). A veces la prudencia se impone porque estamos viviendo en un país tranquilo. Si se desata una persecución de ese tipo sabrá Dios si se arman guerrillas y comandos porque son gente que tienen poder… Uno no sabe cómo que se maneja eso, pero que de que hay corrupción la hay hasta en los tuétanos”, analiza.

En su oficina de la calle Leopoldo Navarro, Molina conversó con elCaribe durante 46 minutos. Los ademanes con manos y brazos acompañaban su voz y mencionó más personajes del quehacer político (Balaguer, Antonio Guzmán y Bosch) que pasajes bíblicos.

“¿Un partido evangélico?”

Al religioso se le preguntó que si ha pensado fundar un partido político. En su respuesta se deduce su temor a que un esquema religioso termine ejecutando fallas propias del fanatismo. “Los esquemas religiosos no funcionan en ningún sitio. Mira el Estado Islámico es eso, un régimen religioso. Ellos creen que están en lo correcto y aplican su regla a la mala. El cristianismo no es ni sombra de eso, pero el fanatismo se le puede meter a cualquiera”, advierte. Eso sí, deja en evidencia que hay “líderes evangélicos” con planes de crear una organización política. “He oído algunos que están en eso. Yo todavía no lo suscribo porque como que no lo entiendo bien… ¿Un partido evangélico? Yo no pienso en eso”, dijo. Para él, el presidente ideal es un civil con temor de Dios.

Sí aspiran a cargos políticos

Aún sin organización política, los evangélicos anhelan ser elegidos en las elecciones del 15 de mayo. Sin dar nombres Molina Rosario asegura que hay candidatos a senador, diputado, regidor y alcalde diseminados en todos los partidos políticos y en el país.

Pero, dice, muchos de los aspirantes no han entrado a la cúpula porque los evangélicos también han sido discriminados. “Lo bloquean porque el partido sabe que no le conviene. Una persona honesta dentro de un grupo de corruptos es un problema”, sentencia. En la política opina que los cargos se compran y quien no reparte no va a ningún lado. “El rico puede ser un candidato triunfador, el pobre no”, remata.

“Discriminan a los homosexuales”

Molina no rechaza a las personas con preferencias homosexuales. Lo que no entiende es que esas preferencias tengan que ser promocionadas, “floreteadas”, como lo ha hecho, a su juicio, el embajador de Estados Unidos. “¿Por qué hay que promoverlas?… Yo no tengo que andar diciendo por ahí que me gustan las mujeres. Entonces por qué tienen que andar diciendo que le gusta su mismo sexo”, se cuestiona.

Admite que existe discriminación y pide respeto para esas personas. “Esa es una condición de esa persona que ha decidido y nosotros tenemos que respetar a la persona como es”, analiza.

En la entrevista, realizada por la periodista  Natalí Faxas, sugiere que la comunidad LGBT promueve la igualdad. Molina responde que en el país es un asunto de legalidad. Y, en un caso hipotético de que se acepte el matrimonio homosexual, no lo ejecutaría. “Eso es una aberración”. “Nosotros los vemos a ellos como personas como problemas espirituales. Es una persona víctima del pecado, al igual que la mentira, la avaricia, el orgullo…”.

¿Que son los homosexuales dignos de acudir a la iglesia? Sí. “El ladrón, el delincuente viene a la iglesia y nadie le dice que no venga. Él se puede convertir como no convertirse y las puertas de la iglesia no se pueden cerrar… Todos los gay, lesbianas, bisexuales, toda esa gente puede venir a la iglesia. Aquí no tienen ningún tipo de problema, que escuchen la palabra de Dios es lo que queremos”.

¿Cómo se prepara para cada 1 de enero Molina?

Molina Rosario, de 71 años, tiene 52 encabezando la concentración evangélica de mayor envergadura a nivel nacional: la Batalla de la Fe cada 1 de enero. Goza de admiración y respeto, pero no encuentra las cualidades por las que miles de seguidores le consideran una voz profética. “Si vas a buscar cualidades en mí no vas a encontrar ninguna. Lo más que puedo ver en mí es la perseverancia y la gracia de Dios”. Es fundador del ministerio La Batalla de la Fe y predica en la emisora Radio Ven 1200 AM, en el canal Cielo TV y en la iglesia Mahanaim. Tiene 10 hermanos, cuatro hijos, 11 nietos y un matrimonio de 51 años. Para prepararse a clamar en la Batalla de la Fe, suspende la predicación dos semanas antes de cada 1 de enero. Y su mensaje lo plasma en un bosquejo. “En mi esquema anoto el título general y subtítulos apoyados en citas bíblicas. Pues nada de lo que digo tiene valor si no tiene un apoyo bíblico”.