El mundo de los sueños es un complejo universo que relata más de nosotros mismos de lo que creemos. No por nada desde tiempos antiguos se recurría a ellos para resolver alguna interrogante, tomar una decisión o prever algo que no se tenía contemplado.

El mundo onírico siempre ha estado presente, pero no fue recién hasta el trabajo del psicólogo vienés Carl Jung que fueron estudiados los sueños. Según describió Ruggiero Rizzo en el libroInterpretación de los sueños, “El sueño es un extraño estado de subconsciencia en el que el organismo es incapaz de realizar acciones voluntarias y, no obstante se mantiene vigilante y puede responder ante un fuerte estímulo”.



Los sueños han llamado la atención de diversas culturas y creencias como la teoría de que mientras la persona duerme, su alma se separa del cuerpo para reunirse con el espíritu en la noche. Los judíos ortodoxos creían que los sueños eran una especie de muerte transitoria y agradecían a Dios por devolverles el alma en la mañana.

Los griegos de la antigüedad fueron los primeros en intentar explicarlo desde la ciencia.Aristóteles los relacionaba con la actividad que realiza el corazón y con “una evaporación relativa al proceso de la nutrición”. O según Platón (429-347 a.c.), cuando Sócrates estuvo encarcelado le dijo a Critón que moriría dentro de tres días, porque en sueños había visto a una mujer de gran belleza que lo llamó por su nombre recitándole el verso de Homero: “dentro de tres día verás los campos”. Sueño que supuestamente se cumplió al ser obligado Sócrates a beber cicuta al ser condenado por sus ideales.



Según expresó la psicóloga y astróloga chilena Sofía Zapata a Biobiochile, para la psicología Junguiana es vital la elaboración simbólica :”Jung dijo ‘Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad… lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino…’”. La cita de Jung alude al inmenso potencial energético que existe en nuestro inconsciente.

Entonces, en la medida que en que nos hacemos conscientes de aquellos contenidos que están en la oscuridad estamos avanzando hacia una mayor consciencia de nosotros mismos. “Cuando no hacemos consciente lo inconsciente, esto en cierta medida nos gobierna, porque sale primitivo y desde la sombra, no lo reconocemos en nosotros mismos y lo llamamos destino, como no está en nuestra consciencia no lo reconocemos como propio” afirmó Zapata.

Los sueños y la interpretación de ellos son parte fundamental del proceso de reconocer estos contenidos y llevarlos a la consciencia. Interpretar sueños de buenas a primeras se puede sentir algo difuso y confuso, por lo que es importante tener en consideración lo siguiente:

La realidad onírica tiene sus propias reglas y tiempos

Cuando soñamos vivimos el sueño como una realidad, dentro de un mundo onírico. Esta realidad no es literal, sino que simbólica y su función es expresar y elaborar temas importantes para el desarrollo y la evolución de la psique.

Mucho de lo que ocurre dentro de esta realidad onírica pareciera no tener sentido desde nuestra lógica consciente, pero tiene sentido dentro del lenguaje simbólico.

El lenguaje simbólico es relativo al autor del sueño

Los lugares, los personajes y situaciones dentro de un sueño representan diversos aspectos de la psique. Cada inconsciente tiene su propio lenguaje, aún cuando podemos esbozar ideas generales apelando al inconsciente colectivo, como, por ejemplo, vincular el mar con emociones profundas e intensas que nos embargan. Pero en distintas personas el mismo símbolo puede apelar a cosas diferentes, ya que con nuestras experiencias vamos asociando distintas emociones o ideas a conceptos determinados.

Para poder aproximarnos a entender el contenido de un sueño, debemos amplificar el significado de sus símbolos, preguntándonos qué nos genera o qué asociamos con cada uno de los elementos del sueño por separado. Luego de tener los símbolos con sus respectivas asociaciones, podemos empezar a trazar conexiones entre diversos elementos del sueño que subyacen a la narración literal del mismo.

El lenguaje onírico es altamente emocional

Los sueños tratan de elaborar temáticas que no hemos podido integrar por completo en la consciencia, es la forma de hacernos sentir aquello que reprimimos o sentimos inadecuado o fantaseamos más profundamente.

Por lo general nuestros sueños son la forma del inconsciente de hablarnos sobre lo que vivimos en nuestra vida cotidiana, es un reflejo de cómo lidiamos con nuestras propias fuerzas e impulsos. También puede mostrarnos lo que percibimos de manera inconsciente, pero no podemos ver desde la consciencia por diversos motivos.

Un sueño puede tener más de un significado

El inconsciente tiene distintas profundidades, por lo que en un mismo sueño se pueden estar hablando diversos temas de forma simultánea. Ningún tema es más valido que otros, algunos están más próximos a nuestra consciencia y podemos ver de forma más fácil su significado, mientras otras lecturas son más complejas y requieren una consciencia más profunda de otros símbolos, relación con otros sueños que ha tenido o consideración la etapa vital en la que está la persona.

La repetición del mismo sueño

Cuando el mismo sueño se repite constantemente es la manera del inconsciente de mostrarnos que determinada temática o asunto está siendo difícil de elaborar. Repetir el sueño es la forma de acercar un contenido determinado a la consciencia.

Muchas veces, cuando estos sueños son desagradables o perturbadores, tratan de hacer consciente a la persona de una situación estresante y desgastadora que requiere un cambio en nuestra forma consciente de actuar y vincularnos, de conservar nuestra actitud consciente, el sueño se seguirá repitiendo como expresión simbólica de nuestra anquilosada actitud consciente.

Para aprender a trabajar tus sueños puedes hacer el ejercicio:
a) Describir la Sensación Personal que tuviste al momento de despertar de tu sueño,¿qué sentiste?, ¿fue un sueño placentero o no?, ¿te angustiaste?. Lo importante es detenerse en cada sensación y detalles y escribir cómo te hizo sentir. Pon atención en cuál fue la sensación que primó al momento de despertarte.
b) Elige tres conceptos claves de tu sueño, quizás puede que no logres detectarlos en los primeros ejercicios, pero detente en aquello que te quedó dando vueltas y descríbelo.

sueños

c) Piensa en por qué soñaste con todos esos elementos y anda reflexionando uno a uno por qué apareció en tu sueño. Por ejemplo si soñaste con una pareja del pasado lo más probable es porque durante el día algo te recordó a ella e inconscientemente se quedó guardado en tu mente. Haz el mismo ejercicio con cada elemento que sea importante.

Fuente: BioBioChile.cl