Una nueva investigación recientemente publicada explora cómo El Niño podría contribuir al transporte y la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, miles de millas a través de océanos, con importantes consecuencias para la salud pública.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Microbiología por un equipo de investigadores internacionales en el Reino Unido, los Estados Unidos y España, ha identificado que la llegada de nuevas enfermedades de Vibrio a América Latina ha coincidido en el tiempo y el espacio con los eventos más significativos de El Niño.



El evento de El Niño está asociado con un calentamiento inusual de las aguas superficiales a lo largo de la costa oeste tropical de América del Sur. Estos eventos tienden a ocurrir cada 3 — 7 años, algo que algunos investigadores sugieren que se han vuelto más regular y extremo en los últimos años como resultado del cambio climático.

A través de este nuevo estudio que es resultado de una larga colaboración con el Instituto Nacional de Salud (INS) en el Perú, los autores han observado que determinadas infecciones asociadas a bacterias transmitidas por el agua que han sido identificadas en América Latina pueden estar apareciendo coincidiendo en el espacio y tiempo con la llegada de las aguas calientes de El Niño a las costas peruanas.



Lo que es todavía más sorprendente es que los datos obtenidos de la secuenciación de los genomas de las cepas bacterianas sugieren la existencia de conexiones entre los organismos que están causando estas enfermedades en Asia y los aparecen en América Latina durante los eventos de El Niño.

En los últimos 30 años, coincidiendo con los últimos tres eventos significativos de El Niño en 1990-1991, 1997-1998 y 2010, estas nuevas variantes de patógenos transmitidos por agua surgieron en América Latina. Entre ellos se incluye la epidemia de cólera en Perú en 1990 que consecuencias devastadoras para el país con más de 13.000 muertes, así como las brotes de 1997 y 2010, cuando nuevas variantes de la bacteria Vibrio parahaemolyticus fueros asociados con infecciones transmitidas a través del consumo de mariscos contaminados .

El autor principal de la Universidad de Bath y ‘Milner Centre for Evolution’, Dr. Jaime Martínez – Urtaza explica: «A través de nuestros resultados, sugerimos que los llamados vibrios — bacterias microscópicas que se encuentran comúnmente en el agua de mar — se puede vivir pegados a organismos más grandes tales como el zooplancton y de esta forma viajar a través de los océanos. Numerosos estudios previos han demostrado que estos vidrios se unen y usan estos organismos de mayor tamaño como fuente de energía y protección, y se sugiere que, de esta forma, los vibrios son capaces de cabalgar subidos al zooplancton para atravesar largas distancias impulsados por las corrientes oceánicas.

«Los efectos del fenómeno de El Niño y su impacto en el clima local, la pesca y el riesgo de eventos meteorológicos extremos ya ha sido bien documentados. Ahora es importante conocer el papel que estas corrientes oceánicas puedan también estar jugando en la dispersión de estas enfermedades, cuyo impacto en la salud pública en esos países es bien conocido».

El coautor, Dr. Craig Baker- Austin desde el laboratorio del Cefas en Weymouth (Reino Unido) ha añadido: » Cada evento de El Niño podría formar como un pasillo para el transporte a larga distancia, una especie de » corredor biológico » que permite el desplazamiento de organismos marinos entres de zonas alejadas. Este proceso podría representar una fuente periódica y única de nuevos agentes patógenos en Suramérica, con graves consecuencias para la propagación y control de enfermedades».

En el estudio participaron científicos de la Universidad de Bath (Reino Unido), National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y la Universidad de Santiago de Compostela (España) , la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y el Laboratorio de CEFAS en Weymouth (Reino Unido). Nature.com