Ciudad del Vaticano, Santa Sede. El papa Francisco criticó el miércoles a «algunos benefactores» de la Iglesia cuyo «dinero es fruto de la sangre» de los trabajadores maltratados y les instó a quemar sus cheques porque «el pueblo de Dios no necesita dinero sucio».

En la audiencia general, ante 30.000 fieles reunidos en la plaza San Pedro, el papa se apartó del texto previsto para criticar severamente a aquellos que se dicen cristianos y que explotan al prójimo.



«Pienso en algunos benefactores de la Iglesia, que vienen a donar su ofrenda a la Iglesia, ¡y su ofrenda es fruto de la sangre de tanta gente maltratada, esclavizada, mal pagada en el trabajo!», insistió, visiblemente enojado.

«A ellos, les digo: por favor, retoma tu cheque y quémalo. El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, no necesita dinero sucio, sino corazones abiertos a la misericordia de Dios», continuó.



En sus viajes y en Roma, Jorge Bergoglio critica a menudo la explotación, la esclavitud, la precariedad social, las mafias, el trabajo y reclutamiento de niños o las redes de traficantes de seres humanos.

El papa ha favorecido asimismo la organización de varios seminarios en el Vaticano sobre estos temas, en colaboración con la policía de varios países. Denuncia insistentemente los beneficios de los vendedores de armas y la explotación de las piedras preciosas.

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De Calabria a México, no cesa de repetir a los mafiosos y a los criminales que van a misa el domingo que o bien se arrepienten o bien dejan de ir a la iglesia.