París, Francia. Mientras Bruselas restaña sus heridas tras los atentados yihadistas del martes, los analistas señalan sus posibles consecuencias políticas, en particular un probable avance de las posturas extremas, tanto en Europa como en Estados Unidos.

Del otro lado del Atlántico, los atentados dieron argumentos decisivos a la campaña electoral de Donald Trump, y en Europa podrían incitar a los gobiernos a cerrar un poco más las puertas a los inmigrantes.



Atacantes bruselas

«El riesgo es que se entre en una espiral en la que las reacciones a esas amenazas, muy reales, vuelvan las cosas aún peores en vez de mejorarlas», sostiene Thomas Wright, de la Brookings Institution de Washington.



Más de un millón de refugiados, casi la mitad de ellos sirios, han llegado a Europa, lo que provocó una crisis sin precedentes que divide profundamente al Viejo Continente.

La opinión pública europea se endureció respecto a los refugiados desde que se anunció que ciertos yihadistas se infiltraron entre ellos para entrar en Europa y cometer los atentados de noviembre en París.

Varios países europeos impusieron restricciones, lo que bloqueó a los migrantes en las fronteras en condiciones lamentables.

Los atentados de Bruselas, que dejaron 31 muertos, tornarán sin duda la situación más difícil para los refugiados. Polonia anunció ya que no recibirá a los 7.000 refugiados que se había comprometido a recibir.

Aislar al Estado Islámico 

«El problema de los refugiados y el del terrorismo son completamente diferentes, pero está claro que la opinión pública los vincula», señala Dominique Moisi, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

«Cuanto más ven terrorismo, menos quieren ver refugiados», dice.

Thomas Wright estima asimismo que los dirigentes políticos van a abogar por una actitud más dura respecto a los refugiados a raíz de los atentados de Bruselas, pese a que «eso no tendrá ningún efecto positivo sobre el problema».

«Muchos terroristas son ya residentes e inclusos ciudadanos europeos, y no se les cerrará el camino con leyes más duras sobre la inmigración», declara el experto a la AFP.

Las crisis de los refugiados y la amenaza del grupo Estado Islámico (EI) empujaron a los electores hacia partidos más a la derecha, desde Polonia hasta Francia pasando por Suecia.

«Todo eso va a jugar en favor de los extremistas y de los nacionalistas. El discurso de intolerancia, los llamados a cerrar las fronteras podrían encontrar un eco mayor después de los atentados», agrega Wright.

Y sin embargo «la respuesta no es restablecer las fronteras, señalar con el dedo a las comunidades musulmanas ni retirarse de Europa. Lo que hace falta es una mayor cooperación entre los Estados, que las comunidades musulmanas aporten su contribución y aislar al Estado Islámico», sostiene.

Conflicto de civilizaciones

El partido euroescéptico británico UKIP reaccionó inmediatamente a los atentados de Bruselas, afirmando que los mismos demuestran que «los controles negligentes en las fronteras son una amenaza para nuestra seguridad».

En Estados Unidos, Donald Trump ha explicado su sorprendente éxito en las primarias republicanas para la presidencia por los atentados de París.

«Algo se ha producido, algo que se llama París», dijo recientemente en un mitin.

«Mi campaña adquirió un nuevo giro… Necesitamos protección en nuestro país. Y, de repente, el número de electores despegó», agregó.

Trump invocó la amenaza del EI para pedir que se prohíba totalmente a los musulmanes entrar en territorio norteamericano. Pidió además leyes que autoricen el recurso a la tortura de los sospechosos de terrorismo.

Los atentados de Bruselas «podrían llevar agua al molino de quienes piden el cierre de las fronteras, hablan de conflicto de civilizaciones y considera al islam como enemigo», analiza Wright.

No obstante, en Estados Unidos las cosas podrían cambiar cuando las primarias hayan terminado y los candidatos se dirijan a todo el país.

«Yo creo que los norteamericano son más tolerantes, quieren trabajar con otros países y no consideran enemigo al islam», añade.