El papa Francisco dijo este sábado que dar limosna no es quitarse «un peso» de encima sino «un gesto de amor, de atención sincera» y de «misericordia» hacia los pobres y necesitados, que se debe realizar mirando a la cara de las personas que piden ayuda.

Jorge Bergoglio criticó a quienes dan limosna «echando una moneda con prisa, sin mirar a la persona y sin pararse a hablar para entender qué necesita», durante la audiencia general extraordinaria que presidió en el Vaticano con motivo del Año Santo Extraordinario de la Misericordia, que finalizará el próximo 20 de noviembre.



papa Francisco

«La limosna es un gesto de amor, de atención sincera hacia quien se acerca a nosotros y pide nuestra ayuda. Dar limosna también para nosotros debe ser un sacrificio», apuntó.



Destacó que «la limosna es un aspecto esencial de la misericordia» y sostuvo que «la caridad requiere una actitud de gozo interior, un acto de misericordia no puede ser un peso del cual nos tenemos liberar cuanto antes».

«Cuando pensamos ‘no doy limosna a una persona para que después se lo gaste en vino y se emborrache’, pero si se emborracha es porque no le queda otro camino. Y tú, ¿qué haces a escondidas, cuando ninguno te ve?, y estás juzgando a ese pobre hombre que te pide una moneda para un vaso de vino», criticó.

«No es la apariencia lo que cuenta, sino mirar a la cara a la persona que te pide una ayuda. Todos deberíamos preguntarnos: ‘¿Soy capaz de pararme y mirar a la cara, a los ojos, a la persona que me está pidiendo ayuda?'», agregó.

Durante todo el Jubileo, el papa Francisco presidirá audiencias generales extraordinarias un sábado de cada mes que se sumarán a las habituales de cada miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano.

EFE