A dos meses de los Juegos Olímpicos de Río, Brasil está viviendo un momento triste por culpa del zika y la crisis política, dijo este miércoles en Londres el legendario exfutbolista brasileño Pelé, en declaraciones a la AFP.

Pelé



«Lo que está ocurriendo es muy triste para nosotros. En Brasil tenemos el problema del zika y al mismo tiempo el problema político», dijo Pelé en la capital británica, adonde fue para presentar la subasta de más de 2.000 recuerdos de su carrera y su vida que se celebrará del 6 al 8 de junio en la casa Julien’s.

«Para un país que vive el deporte, que practica el deporte, es muy triste» lo que ocurre, respondió al preguntársele por los Juegos Olímpicos.



«Espero que podamos resolverlo, porque realmente está entristeciendo a todos los brasileños», concluyó.

El balón con el que marcó su gol numero 1.000 -con el Santos y ante el Vasco da Gama, en Maracaná en 1969-, las medallas de sus tres mundiales -1958, 1962 y 1970-, o la réplica del trofeo Jules Rimet, son los objetos más destacados de la subasta.

Se estima que la venta recaudará unos 3 millones de libras (3,9 millones de euros, 4,3 de dólares), de los cuales Pelé dará una parte a un hospital infantil de Brasil.

Los juegos de Rio, que se llevarán a cabo del 5 al 21 de agosto, serán los primeros de América del Sur pero se están viendo eclipsados por los problemas varios de Brasil, como el brote del virus del zika, enfermedad transmitida por un mosquito (aedes aegypti) y similar al dengue, o la crisis política.

Unos 150 científicos solicitaron la semana pasada que los Juegos se aplacen o se trasladen porque podrían ayudar a propagar la enfermedad por todo el mundo, pero la Organización Mundial de Salud se mostró contrario a la idea.

Simultáneamente, la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida de su cargo por el Congreso y sustituida por un gobierno interino encabezado por su antiguo vicepresidente, Michel Temer, que será presumiblemente el jefe de Estado durante los Juegos.