El presidente Barack Obama y el papa Francisco lideraron este  domingo las condenas al peor tiroteo de la historia de Estados Unidos que causó 50 muertos en un club gay en Orlando, Florida.

Pulse



El pontífice argentino repudió «esta nueva manifestación de una locura homicida y de un odio sin sentido» mientras que Obama habló de un «acto de terror y odio».

Según el FBI, el presunto autor del ataque, Omar Mateen, de 29 años, prometió lealtad al grupo yihadista Estados Islámico.



Barack Obama expresó su consternación ante la «horrible masacre» y dijo que, aunque la investigación está en fase preliminar, «sabemos lo suficiente para decir que esto fue un acto de terror y de odio».

En un comunicado del Vaticano, el papa Francisco, a través de su portavoz Federico Lombardi, declaró que «la terrible masacre que ha tenido lugar en Orlando, que ha causado numerosas víctimas inocentes suscitó (…) sentimientos muy profundos de execración y condena, de dolor, de confusión frente a esta nueva manifestación de una locura homicida y de un odio sin sentido».

Ashraf Ghani, el presidente de Afganistán, el país de origen de la familia del presunto asesino, condenó en Twitter «este horrible ataque». «Nada puede justificar matar a civiles. Mis pensamientos están con las familias, las víctimas, así como con el pueblo y el gobierno estadounidense», agregó.

Entre los numerosos jefes de Estado y de gobierno que condenaron la matanza, los dirigentes de Francia y Bélgica, donde se perpetraron recientemente ataques yihadistas, expresaron su solidaridad con Estados Unidos.

Apoyo total

En Francia, donde el EI mató a 130 personas en París en noviembre de 2015, el presidente, François Hollande, condenó «con horror» el ataque y expresó «el apoyo total de Francia y de los franceses a las autoridades y al pueblo estadounidenses en esta dura prueba», según un comunicado.

El primer ministro belga, Charles Michel, tuiteó sus condolencias tras el tiroteo y se dijo «profundamente triste por la pérdida de tantas vidas inocentes en la masacre de Orlando. Nos unimos al dolor de las familias».

En marzo, un doble ataque yihadista en el aeropuerto y el metro de Bruselas dejó 32 muertos.

En Gran Bretaña, el primer ministro, David Cameron, dijo en su cuenta Twitter que estaba «horrorizado». «Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias», agregó.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, condenó en su cuenta Twitter el «deleznable ataque» e instó a seguir «defendiendo unidos la libertad frente la barbarie y el odio».

En Colombia, el presidente, Juan Manuel Santos, tuiteó su «repudio y condena total a la violencia» y mostró su «solidaridad por las víctimas de la masacre».

El gobierno de Guatemala declaró en un comunicado «su repudio a cualquier acto terrorista» y expresó «su más profunda solidaridad con el pueblo y gobierno de los Estados Unidos».

También el Gobierno de Chile condenó «en sus términos más enérgicos» el ataque. «Como ha señalado hoy la Presidenta de la República Michelle Bachelet, la violencia y el terror, sea cual sea su origen, no tienen fundamento en sociedades libres y diversas como la norteamericana y la chilena», indicó en un comunicado.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también presentó sus «más sinceras condolencias al pueblo estadounidense tras el horrible ataque de esta noche contra la comunidad LGBT de Orlando», en un comunicado.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió a las naciones trabajar juntas para combatir estos ataques.

«El terror y el odio no nos cambiarán. Los miembros de la OTAN permanecen unidos frente al terrorismo», dijo en un comunicado.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló de un crimen de «barbarie» en un comunicado del Kremlin.