Santo Domingo. El esposo del embajador de Estados Unidos en República Dominicana pidió ayer al nuncio apostólico en el país, Jude Thaddeus Okolo, al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y al obispo auxiliar de Santo Domingo, Víctor Masalles, excusarse ante la comunidad LGBT en el país.

Embajador americano



“Cardenal López Rodríguez, monseñor Masalles, Nuncio Papal Okolo. Mi puerta está abierta para aceptar sus excusas”, escribió en su cuenta de Twitter el señor Bob J. Satawake, en un escueto mensaje que acompañó con una fotografía del Papa Francisco, líder de la iglesia Católica.

La versión del mensaje de Satawake en inglés, en su cuenta de Twitter @BobSatawake, dice así: “Cardinal Lopez Rodríguez, Monsignor Marsallas, Papal Nuncio Okolo my door is open I will accept your apology”.



“Quiénes somos para juzgar” a los homosexuales, reitera el papa Francisco

El 13 de este mes, el embajador de los Estados Unidos en República Dominicana cuestionó que los líderes de las iglesias evangélica y católica marcharan contra los derechos de los grupos LGBT, “horas después de la tragedia en masa en Orlando”. en la que murieron unas 50 personas.

“¿Dónde está la humanidad?”, dijo Brewster al respecto, y agregó que, “todavía estoy horrorizado porque este evento no se canceló mientras el resto del mundo estuvo enviando mensajes de amor y apoyo a las víctimas y familias”, dijo Brewster al enfatizar que “quizá tengamos diferencias, pero cómo pueden líderes religiosos aprobar y liderar una marcha contra ciudadanos LGBT y sus derechos, mientras todavía se mueven los cadáveres en un club nocturno donde vidas inocentes fueron quitadas solo por el hecho de ser gay”.

“Mi dios es un dios de amor. ¿Quién es el de ellos para llenarlos con odio?”, había dicho Brewster.

Según el reporte de AP, a bordo del avión rumbo a Roma tras un viaje a Armenia, al pontífice se le preguntó si estaba de acuerdo con uno de sus principales asesores, el cardenal alemán Karl Marx, quien dijo durante una conferencia en Dublín en los días posteriores al letal ataque en Orlando dentro de un club gay que la Iglesia les debe una disculpa a los homosexuales por haberlos marginado.

El Papa respondió: “¿Quién soy yo para juzgarlos?”, y una repetición de la enseñanza de la Iglesia de que los gays no deben ser discriminados, sino tratados con respeto.

Dijo que algunos comportamientos politizados de la comunidad homosexual pueden ser criticados por ser “un poco ofensivos para otros”, pero agregó: “Alguien que tiene este estado, que tiene buena voluntad y que busca a Dios, ¿quiénes somos nosotros para juzgarlo?”.

Fuente Listindiario.com