SANTO DOMINGO. EFE.- El Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó este miércoles a una pareja que en 2014 fue enviada a prisión tras ser acusada de cometer agresión, abuso sexual y asociación de malhechores, en perjuicio de tres adolescentes, con edades de entre 15 y 17 años.
Se trata de Franklin Alberto Ventura y Sobeida María Baldera, condenados a 10 y 5 años de prisión, respectivamente.
Los acusados, según la acusación, se valían de la ONG “Ministerio de Dios” y de “La Casa de la Misericordia de la Comunidad” para atraer a adolescentes con la excusa de ofrecerles clases de manualidades y pintura, y una vez allí los manipulaban para que sostuvieran relaciones sexuales con ellos y entre los mismos jóvenes, además los motivaban a participar en la comparsa denominada “Los Nosferatus”.
Los ahora condenados atraían a los adolescentes para iniciarlos en cultos satánicos, uno de los ritos era que debían escribir cartas que firmaban con sangre donde se comprometían a seguir a “Lucifer” y según narran las víctimas los obligaban a beber sangre de pollo.
De acuerdo a los estudios realizados, los menores presentan inestabilidad, tensión emocional, constantes pesadillas y baja autoestima. EFE
Y esos dos satanicos son dominicanos?
Y todavía nos sorprendemos este es el país de la maravilla donde matan y hacen lo k le da la gana y la justicia bien gracias aquí eso solo existe para lo k no tienen familia y muchos inocentes pagando condenas sin hacer nada
cof cof cof…no pues los espejitos siguen funcionando bueno ahora se cambiaron por quienes se manejan el peso del poder para dejar tan casi campantes esos dos… una visita a el parque Enriquillo con los pobres Lagartos cocodrilos quizas ellos puedan explicarles lo que esta bien…a mordidas a ese par de….
10 y 5 años y llevan 2 años presos orita en 2 mas tan en la calle. Y en una noticia anterior el tipo que trabajaba en don francisco le dieron 153 años por tener fotos de menores sin haberles puesto la mano a los menores. Que diferencia entre la justicia de 2 paises.
¡Diablo, sí!
Ojalá que los otros presos los reciban bien.