Washington – El presidente, Barack Obama, se reunió hoy en la Casa Blanca con representantes de la sociedad civil y policías para tratar la violencia en el país, después del tiroteo contra fuerzas del orden de la semana pasada en Dallas y de las muertes de dos ciudadanos negros a manos de agentes.

Captura de pantalla 2016-07-13 a las 19.45.43El encuentro se celebró en el edificio que albergó el antiguo Ministerio de la Guerra, junto a la Casa Blanca, y se centró en diversas iniciativas para aumentar la confianza de las minorías negra e hispana en la policía, así como en formas de garantizar la justicia a todos los estadounidenses, indicó un alto funcionario.



Esta fuente indicó que en la Casa Blanca se dieron cita seis funcionarios del Gobierno, entre los que destaca la fiscal general, Loretta Lynch, la primera mujer afroamericana al frente del Departamento de Justicia y que ha instaurado a nivel local varios programas para fortalecer los lazos entre la Policía y las minorías.



También estuvieron en la reunión la jefa de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, Vanita Gupta; la directora de políticas nacionales de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, y uno de los asesores legales del Ejecutivo, Neil Eggleston.

En representación de la sociedad civil acudieron alrededor de 30 personas, entre las que hubo figuras tan simbólicas como el reverendo afroamericano Al Sharpton, activista de los derechos civiles y cuyas palabras tienen una gran influencia en la comunidad negra de Estados Unidos.

La lista proporcionada por un alto funcionario de la Casa Blanca también incluye a la presidenta de Voto Latino, María Teresa Kumar, y a Cornell Brooks, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP), principal organización del país de defensa de los afroamericanos.

En la reunión también estuvo DeRay Mckesson, uno de los líderes más conocidos del movimiento «Black Lives Matter» («Las vidas de los negros importan») y que fue arrestado el pasado fin de semana durante unas protestas en Baton Rouge, la ciudad de Luisiana en la que dos agentes mataron a un afroamericano la semana pasada.

Esta iniciativa de Obama se produce en un punto de inflexión dentro de las tensiones raciales que ha vivido el país en el último año y medio, especialmente desde la muerte en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown en Ferguson (Misuri) a la que siguieron otras muertes de afroamericanos a manos de la policía.

La semana pasada en las ciudades de Falcon Heights (Minesota) y Baton Rouge (Luisiana) dos ciudadanos negros resultaron muertos en controvertidos encuentros con agentes de policía.

Como consecuencia, se produjeron protestas contra la violencia policial en diferentes ciudades de Estados Unidos, también en Dallas (Texas) donde el jueves Micah Xavier Johnson, un exsoldado negro de 25 años, aprovechó para disparar contra la policía.

Durante su enfrentamiento con la policía, y antes de ser abatido,Johnson aseguró que su objetivo era «matar policías blancos». EFE