México, México. Por primera vez, la relación entre autos y alcohol no tendrá efectos nocivos para la salud: Ford Motors podría fabricar piezas de vehículos con el desecho industrial del tequila José Cuervo.

Ford camioneta



Un acuerdo firmado entre ambas empresas explora la posibilidad de usar la fibra de agave, planta con la que se produce el tequila, como refuerzo de los plásticos de petróleo, reduciendo costos y contaminantes.

«El agave es un buen reemplazo y es más ligero en peso», explicó a AFP Debbie Mielewski, directora técnica para materiales sustentables de Ford. «Así podríamos reemplazar la fibra de vidrio, así como los selladores que endurecen el polímero», dijo.



Un comunicado de Ford detalla que las evaluaciones previas son muy prometedoras debido a la durabilidad y cualidades estéticas del plástico obtenido del agave.

«Está pensado para su uso en interiores y componentes exteriores de autos Ford, tales como arneses de cables, unidades de aire acondicionado y compartimientos de almacenamiento», señala el comunicado.

– Nace una industria –
Ana Laborde, fundadora de Biosolutions, única planta industrial mexicana que fabrica bioplásticos del agave, asegura a la AFP que «cada vez más empresas armadoras de autos están interesadas en incorporar fibras naturales en sus autopartes».

En la actualidad, está empresa fabrica bolsas y empaques, pero Laborde adelanta que también experimenta en polímeros aptos para su utilización en la industria automotriz.

La experta reconoce que el beneficio no es económico, pues todavía no existe un mercado masivo, sino que se trata más de un compromiso ecológico.

Una de las ventajas de los bioplásticos es que «al reducir el peso del auto, gasta menos combustible y contamina menos», dijo Laborde, cuyas investigaciones no son vinculadas a las de Mielewski.

El agave es la planta de la que se obtiene el tequila: su forma es muy similar al aloe, su raíz es como una piña enorme que se troza, se hornea, se exprime y destila.

De acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila, cada año la industria usa más de 700 mil toneladas de agave, de las cuales 40% son bagazo que se desecha.

Hoy día, el uso primario que José Cuervo le da al bagazo es la fabricación de abono para sus haciendas y en una pequeña escala lo proporciona a artesanos locales para que con las fibras realicen artesanías y papel de agave.

«Por conducto de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera se está explorando con un productor si se puede producir papel a nivel industrial, a gran escala, como se hace con el bagazo de la caña de azúcar», asegura Cristóbal Mariscal, director de relaciones institucionales y jurídico de José Cuervo.

En entrevista con AFP, Mariscal aclaró que el acuerdo con Ford es una prueba piloto y que «de momento no es un proyecto a gran escala».

 Ford, el pionero 

Desde finales de la década de 1990, Debbie Mielewski ha dedicado su trabajo a encontrar nuevas alternativas para un mundo sometido a los altibajos del precio del petróleo, que cuando se eleva encarece los plásticos, además de ser contaminante.

En 2001, ella y su equipo diseñaron una espuma a base de aceite de soja que se usa para los asientos, pero fue hasta 2008, cuando el barril de crudo arañó los 150 dólares por barril, que debutaron en los asientos del Ford Mustang.

En la actualidad todos los asientos de autos Ford en Norteamérica están producidos con biomateriales, según informan en su sitio web.

«Hay alrededor de 200 kilos de plástico en un automóvil típico y nuestra meta es reemplazar la mayor cantidad posible con materiales sustentables», comenta Mielewski.

Para que sea más rentable, es necesario sumarse a las cadenas de suministro locales. En Asia, Ford usa una planta llamada kenaf, en Estados Unidos el algodón residual de la mezclilla y en Canadá paja de trigo.

Así fue como a Mielewski se le ocurrió que podrían usar el agave en la planta armadora de Ford en Hermosillo, Sonora (noroeste), y para ello, explica, buscó la primer marca de tequila que le vino a la mente.

«Creo que podría ser una fuente de ingresos para ellos y para los productores de agave, algo que todavía no se ha determinado, pero nos emociona mucho participar de esa cadena de suministro», comenta.