Bogotá. Todos los colombianos son donantes de órganos a menos de que en vida hayan manifestado lo contrario, según una ley sancionada este lunes por el presidente Juan Manuel Santos, que busca «salvar vidas».

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«Este es un proyecto que salva vidas y le permite también a muchas personas tener una calidad de vida digna. Lo que se busca es ampliar la presunción legal de donación a las personas que fallecen y no declaren en vida que sus órganos sean donados», indicó en un comunicado el congresista Rodrigo Lara, autor de la iniciativa.

Según el legislador oficialista, en el país hay más de 2.000 personas esperando por un trasplante. «Cada día aumenta la demanda de órganos pero la oferta se mantiene estable. Lo que buscamos es que el país se adapte a esa necesidad y se anticipe a las demandas del futuro para que la gente no muera», afirmó.



El proyecto elimina la autorización de los familiares, estipulada anteriormente como paso previo para la donación, explicó Lara, también director del partido Cambio Radical.

De acuerdo con cifras de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) citadas en el comunicado, en diciembre había 2.162 personas a la espera de una donación. Los órganos más requeridos son los riñones e hígados.

«El número de donantes reales corresponde al 5% de las personas en lista de espera de un trasplante», explicó.

Por cada donante, precisó el texto, se benefician por lo menos 55 personas. El año pasado hubo 346 «donantes reales», es decir, que «corresponden a los donantes provenientes del protocolo de muerte encefálica», advirtió la ONT.

A noviembre de 2015, la entidad realizó 739 entrevistas familiares para la donación de órganos y tejidos. El 39% de las familias se opuso a esa práctica.

Unas «500 personas por año se habrían beneficiado si las familias que dieron una respuesta negativa hubieran aceptado la donación», aseguró Lara.