El promotor artístico Raphy D Oleo explica las razones por las cuales el nuevo alcalde David Collado no debe dejar cerrado de forma definitiva el anfiteatro Nuryn Sanlley, a continuación presentamos el planteamiento del hombre que maneja la carrera de Anthony Ríos.

Raphy D Oleo



«La oposición de la junta de vecinos del sector La Esperilla de Santo Domingo a eventos artísticos en el Anfiteatro Nuryn Sanlley, ha ocasionado el cierre de un escenario que por sus características podría convertirse en la panacea de los espectáculos multitudinarios de bajo costo y por tanto asequible al gran público de la capital.

 Nada es absolutamente malo o bueno. Esta oposición permite reorientar el uso que se le estaba dando al Anfiteatro.  Siendo el único aforo multitudinario de bajo costo, mal pudiera no aprovecharse para permitir la actuación de artistas dominicanos que no tienen recursos económicos para grandes salas.



 Sin apoyo no hay forma de garantizar el éxito de un concierto cuyo costo subvierte las posibilidades reales de rentabilidad comercial.  Para que se tenga una idea de que hablamos revisemos los números. Los principales recintos de la capital en capacidad y alquiler son los siguientes:

 

LUGARES                                                             CAPACIDAD                        COSTO

 

1.- Estadio Olímpico                                   45,000 personas                   RD$800,000.00

2.- Estadio Quisqueya                                35,000 personas                   RD$700,000.00

3.- Palacio De Los Deportes                         6,000 personas                  RD$600,000.00

4.- La Fiesta Hotel Jaragua                            1,200 Personas                  RD$375,000.00

5.- Teatro Nacional                                          1,507 personas                  RD$150,000.00 + %

6.- Anfiteatro Nuryn Sanlley                        1,700 personas                  RD$75,000.00

7.- Bellas Artes                                                     800 personas                  RD$75,000.00 + %

 

Si a eso agregamos producción, promoción, montaje, impuestos y otros la franja de costos rondaría entre 1.5 y 3 millones de pesos.  No existe un artista de cualquier género que sin patrocinio o ayuda del estado pueda afrontar exitosamente esa realidad.  Los auspiciadores buscan retorno de inversión en marcaje o ventas.  Siempre acuden al primero que le permite exposición en el blanco de público que les interesa.  Pero como no tienen dominio de los artistas y del montaje, confían muy poco en arriesgar su imagen corporativa con figuras que en un momento determinado pueden verse envueltas en situaciones engorrosas.

 Esa es la causa fundamental de porque las grandes empresas se han convertido en productores de sus propios eventos, haciendo un ¨joint venture¨ con empresarios que solo prestan su nombre y prestigio.  Los patrocinios ya no son producto de estudios de mercado y rentabilidad, si no de relaciones primarias entre iguales que se venden como diferentes.  La calidad y posicionamiento del artista es importante pero no fundamental.  No es  indispensable que la popularidad sea el gancho para una afluencia masiva.  Basta con que las circunstancias (motivo-fecha-reconocimiento) sean validas para una celebración.

El artista local solo realiza producciones especiales para conseguir nominaciones a la más importante premiación del país y sabe que por los costos de producción y la ausencia casi total de patrocinios estos no resultan rentables.  Ahí es donde una alianza estratégica entre el Ayuntamiento y la junta de vecinos podrían formar un patronato dirigido por ambos, creando las reglas de juego para que una (1) presentación mensual con artista dominicano se realice entre 8 y 11 de la noche bajo el más estricto criterio de dominio del perfil del evento, volumen de sonido,  organización, montaje y seguridad.

 Las exigencias de los artistas internacionales obliga a los empresarios al alquiler de grandes equipos de sonido, y la parafernalia del montaje hace que la tranquilidad de la zona se vea afectada durante varios días con la consiguiente y justificada incomodidad de los residentes.  Si el ayuntamiento instala sonido, luces y pantallas fijas en el lugar y aplica los estándares internacionales de sonorización los problemas serian resueltos satisfactoriamente.

 Creo que el emprendedor tiene una excelente oportunidad de casarse con la gloria del artista  dominicano.  Un matrimonio sin divorcio en donde el gobierno local sirva de puente y receptáculo de recursos estatales y privados en aras de fortalecer el apoyo que requiere la cultura y el arte nacional.

David Collado alcalde

 Después de una inversión tan cuantiosa en esa estructura y la ausencia de locales multitudinarios para eventos populares, lo menos que se puede pedir es que ambas partes lleguen a un punto de entendimiento que solo beneficie al arte nacional.»