Los asistentes al funeral de la monja española Isabel Sola Macas, asesinada el viernes, expresaron este jueves cólera y tristeza por la inseguridad en Haití.

captura-de-pantalla-2016-09-08-a-las-15-08-08«Estamos desamparados: en Haití solo Dios da seguridad», lamentó Mimose Targette, monitora de la iglesia católica donde la religiosa de 51 años tocaba la guitarra todas las mañanas. «La gente muere y a las autoridades no les importa», afirmó.



«La hermana Isa ayudaba a la gente de los barrios pobres y fue esa misma gente la que la asesinó», acusó Targette.

En el féretro abierto, altas personalidades religiosas de Haití y gente anónima presentaban sus condolencias a los cuatro hermanos y una hermana de Isabel Sola Macas, venidos a Puerto Príncipe para el funeral.



La religiosa murió por disparos el viernes por la mañana cuando circulaba por el centro de la capital haitiana.

Originaria de Barcelona, Sor Isabel, que pertenecía a la congregación católica Jesús-María, vivía en Haití desde hacía 8 años.

El papa Francisco tuvo unas palabras para ella durante el Ángelus el domingo.

«Quisiera recordar a aquéllos que se empeñan en el servicio, a los hermanos en contextos difíciles y arriesgados (…) especialmente, las muchas religiosas que donan totalmente su vida», afirmó Francisco al final de la misa de canonización de la madre Teresa de Calcuta. «Recemos de manera particular por la misionera española, Sor Isabel, que hace dos días fue asesinada en la capital de Haití».

Las tasas de violencia criminal en este país caribeño, uno de los más pobres del mundo, son muy elevadas.

«Deseo que cesen tales actos de violencia y haya una mayor seguridad para todos», afirmó Francisco, que pidió igualmente recordar a «las otras religiosas que recientemente han sufrido violencia» en otros países. AFP